Cuando hay que escoger entre dos buenas opciones, el optimista se alegra porque elija la que elija, se quedará con la mejor, el pesimista se enerva por que elija la que elija perderá una de ellas, y el indeciso se eterniza dudando y perderá las dos. Cuando hay que elegir entre dos malas opciones, el optimista se alegra porque elija la que elija, se librará de una de ellas, el pesimista se estresa porque sea cual sea su elección, elegirá la peor y el indeciso, duda que te duda, acabará cargando con ambas. Jose Luis Posa
No hay comentarios:
Publicar un comentario