Empezamos a trabajar con catorce años, buscábamos jornadas
intensivas con sueldos de miseria que entregábamos íntegramente a los padres, éramos
meritorios o aprendices de 7 a 3 de la tarde, una hora para comer y a clase
hasta las 9 de la noche, luego había que cenar, estudiar y preparar los
trabajos para el día siguiente.
Estudiábamos y trabajábamos porque una carrera solo estaba
al alcance de los “burgueses”, conseguir una licenciatura era un reto y un desafío.
Tuvimos que luchar contra la dictadura, pelear a cara de
perro cada centímetro de libertad, pero creamos el rock, resucitamos el
romanticismo y por primera vez en la historia, mirábamos a la mujer como un
igual.
Tuvimos que perder casi dos años de nuestra vida en un
servicio militar degradante, pero formamos un hogar donde la música, el amor y
la ilusión iluminaba nuestras ventanas.
Criamos a nuestros hijos, les transmitimos valores y les
permitimos estudiar sin necesidad de trabajar, les educamos en la libertad y el
esfuerzo.
Han pasado los años y muchos de nosotros, tras cuarenta y
cinco años de cotización, somos arrojados a la basura laboral, ya te han sacado el jugo y no eres mas que un
pellejo, una gallina para caldo, sin mas derecho que el de morirte solo, ahora te toca cuidar de tus padres y muchas
veces criar a tus nietos o compartir tu pensión con la familia.
Criamos a nuestros hijos, cuidamos a nuestros padre y a
veces a nuestros nietos, la pregunta es ¿Quién nos cuidará a nosotros?
Jose Luis Posa
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