Vivimos en una sociedad enferma,
intubada por leyes mercenarias,
donde el miedo se tapa con más miedo,
y la mierda, se tapa
con más mierda.
En un mundo hipotecado por la deuda,
una deuda de amor, de convivencia,
arruinado a golpes de decreto,
desahuciado de ideas y creencias.
Vivimos de créditos añejos,
con los números rojos en el alma,
con la cuenta incorriente en bancarrota,
con las manos tejiendo telarañas.
Cada día un lavado de cerebro,
cada noche una purga de esperanzas,
cada sueño una nueva pesadilla,
cada aurora un mañana sin mañana.
Pero sigo regando los parterres
que en su día adornaron mi ventana,
alegrando mis ojos con sus flores
e impregnando de aromas nuestra casa,
Y renuevo la tierra y la simiente
arrancanaplado malezas y cizañas
aplastando parásitos e insectos,
arrojando a las llamas la hojarasca.
Jose Luis Posa
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