LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL POETA

                           

 Escribo un libro, un trabajo que puede llevar años, como la poesía no interesa a las grandes editoriales, cargo con los gastos de edición e impresión y publico por mi cuenta. El precio neto de cada volumen asciende a cinco euros, así que decido venderlos a 10. Hago campaña por Internet y consigo colocar la casi totalidad de los ejemplares en mi poder, los que se venden por Amazón, los imprimen ellos y a  mi me pasan un misero 20% pero menos es nada.

Hoy he recibido una oferta de una gran distribuidora para vender mi libro en las grandes superficies, es una oferta tentadora porque me permite entrar en las grandes cadenas, pero ¿a que precio?

Debo enviar los pedidos a mi cargo y en deposito, es decir, hasta que no los vendan no recibo un euro, y los importes devengados tardan un año en pagarlos, además solamente me pagan el 40% del precio de venta, es decir, cuatro euros, con lo cual, pierdo un euro por libro mas los gastos de envío.

A veces pienso que debo ser masoquista, años publicando en Internet con  millones de lecturas y cuando a petición de mis amigos me embarco en editar en papel resulta que tengo que pagar por cada libro que venda.

A partir de mañana, cogeré la mochila y me iré de librería en librería a dejar unos libros en deposito y ya me lo pagarán si los venden y si no, recordando mis tiempos en Discolibro los iré ofreciendo uno por uno por la calle, pero al menos, si hago de puta, que no me toque pagar el catre.

JUANMAROMO