El auge disparatado de los selfis es una muestra más del narcisismo y el aislacionismo en el que estamos envueltos, ya han salido al mercado nuevos smartphones, cuya especialidad es la obtención de autofotografias y videos en alta definición, toda una exaltación de la imagen externa en detrimento de la belleza interior.
Cada vez se potencia más el individualismo y el aislamiento, a costa de la solidaridad y la empatía, el sistema sabe que uno por uno somos más fáciles de manipular, de esclavizar, de anular.
Espero con ansia que alguno de estos fabricantes lancen al mercado una cámara para hacer selfis del alma, a lo mejor viéndonos por dentro nos percataríamos de lo que realmente somos y tomaríamos consciencia de nuestra verdadero rostro, si Dorian viviese en nuestros días seguramente su retrato seria una fotografía en una tablet.
JUANMAROMO
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