Era la moche de San Juan, el local estaba abarrotado, miles de personas esperaban que empezara la fiesta mientras el grupo preparaba el concierto.
-¡! JEFE!! Hemos vendido tres veces mas entradas de la permitidas, no tendremos bebida para todos!!!.
-No te preocupes, todo está calculado, en la primera ronda pondremos la coca y los cubatas normales, en la segunda, pondremos la mitad, y a partir de la tercera, ya nadie notará la diferencia, que el grupo toque cada vez mas fuerte, y las luces bombardeen el escenario, si alguno protesta, le das cualquier excusa y le pones un tanganzo de reserva y todo arreglado-
-¿Y Ud. cree que colará?-
-Y tanto, la gente viene aquí convencida de que lo pasará bien y que habrá bebida para todos, que las estanterías estén siempre bien abastecidas aunque las botellas sean de agua, la euforia se contagia y a partir del tercer cubata ya todos saben a lo mismo, procura que los camellos estén bien abastecidos y que cobren en metálico.
A las seis de la mañana, mesnadas de fieles enfervorizados salían en procesión a contemplar en la playa la salida de sol, los lateros acabarían de hacer el milagro.
JUANMAROMO
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