Cientos de motoristas contaminan acústicamente nuestras calles con sus máquinas petarderas sin que nadie haga nada por evitarlo. Una moto con el escape incontrolado, es capaz de afectar en pocos minutos el sistema nervioso de miles de personas y ser causa de arritmias, estrés e insomnio entre la población. La propaganda municipal nos habla de control y concienciación, pero no hay más que salir a la calle para comprobar que todo eso es pura entelequia, en cinco minutos, soportará usted el estruendo de docenas de ciclomotores, mientras la guardia urbana se dedica a multar coches mal aparcados. De nada sirve que el ayuntamiento gaste millones en autobuses electricos, inutil el esfuerzo del bicing o de los taxis hibridos mientras se permita que la ciudad se convierta en un concurso de maquinas ruidosas montadas por descerebrados, en cualquier momento podremos ser asaltados, atacados y golpeados por ese ruido que no cesa, ese rayo que nos deja sin aliento y sin habla.
Se acercan las elecciones municipales y todos hablan de obras faraonicas y presupuestos millonarios, pero la salud del ciudadano no es negociable, ruido, contaminación y vandalismo deben ser erradicados de nuestras calles, de lo contrario, cada dia seremos mas fragiles, más vulnerables, más esclavos.
JUANMAROMO
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