En una sociedad en la que tienes que elegir entre maternidad o éxito profesional, en una sociedad en la que cada vez es más difícil hacer compatible la vida laboral con la vida familiar, las mujeres tenemos que renunciar a nuestro derecho a la realización personal en aras de una sociedad machista y autodestructiva que quiere a utilizarnos como esclavas, esclavas del hogar o esclavas de la empresa, sin posibilidad de elegir mas que el tipo de esclavitud.
Cada vez tengo más claro que deberíamos considerar la familia como la principal fuente de riqueza y tratarla como tal, con todo tipo de ayudas y subvenciones como se hace con las industria básica.
Deberíamos instaurar la familia profesional, dos personas preparadas para criar, educar y formar a sus hijos con amor, esmero y pericia, fortalecer el núcleo familiar como el sancta sanctorun de la humanidad de la cual depende su futuro, estudiarían psicología. pedagogía y economía a nivel universitario y harían practicas durante dos años ayudando a familias ya establecidas ayudándoles y adquiriendo experiencia.
Los cónyuges se comprometerían a tener un numero determinados de hijos, y formarlos en plenitud, los niños permanecerían con sus padres hasta los cinco años a partir de los cuales asistirían a colegios públicos gratuitos y mas tarde a universidades, serian responsables del desarrollo emocional y personal de sus vástagos y de la coeducación de los nietos en caso de que los hubiera, una vez llegada la edad de la jubilación tendrían acceso libre y gratuito a universidades y a todo tipo de espectáculos, a los que tuvieron que renunciar por sus obligaciones familiares, lógicamente esta seria una empresa igualitaria en derechos obligaciones y meritos entre ambos socios y solo podría disolverse por cusas de fuerza mayor.
La libertad no consiste en hacer lo que se quiere si no en querer lo que se hace y creo que muchas mujeres que ahora trabajan dentro y fuera de casa por pura necesidad serian mucho mas felices dedicándose en cuerpo y alma a su familia, sus hijos se lo agradecerían y la sociedad, también.
SHEMIRRAMIS
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