El hombre tiene tres necesidades básicas, respirar, comer y hacer el amor, la primer es gratuita, la segunda puede ser satisfecha de una manera precaria o sibarita, en función del poder adquisitivo, pero la tercera no se puede comprar con dinero.
Hacer el amor es una necesidad global del ser humano, se hace el amor con el cuerpo y con el alma, la unión de las dos auras compartiendo los ectoplasmas es una experiencia mística que todos buscamos, pero que por desgracia no siempre podemos alcanzar.
La comercialización del sexo como sucedáneo al amor es tan antigua como la humanidad pero en los últimos tiempos, la pornosexualidad disfrazada de pseudoarte ha tomado carta de naturaleza. cuanta más carencia hay de un bien más se cotiza en bolsa y si no se puede conseguir el original, se lanzan al mercado imitaciones de diseño que a buen seguro serán negocios redondos.
Se nos han vendido cuerpos artificiales, prótesis e implantes, artilugios y bebedizos que prometen conducirnos directamente al éxtasis, pero en este viaje solo cabe un pasajero, el cuerpo, mientras el alma se queda en el limbo esperando su turno.
El sexo es una necesidad fisiologica y como tal debe ser satisfecha, pero ¡por favor!, no nos vendan fast food a precio de cinco estrellas ni fast fuck a precio de mil y una noches. Si queremos hacer el amor no lo busquemos en las carteleras ni en las pasarelas, limpiemos nuestros corazones y después, salgamos a la calle a encontrar esa mirada que nos está buscando y que reconoceremos a primer vista, la chispa de la vida no es una bebida edulcorada, es ese momento en que el corazón se detiene porque sabe, que él o ella, acaba de surgir de entre la niebla, no lo dejes perder, porque te perderás para siempre.
JUANMAROMO
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