Somos tan prepotentes que nos creemos que podemos acabar con la tierra, que nuestros errores abusos y expolios pueden conducirnos al fin del mundo. La especie humana no es más que una mutación entre los millones que se producen en el planeta, una especie, que como todo ser vivo, nace, crece, se reproduce y desaparece. Cuando nuestra raza se extinga no dejaremos más huella que las piedras que la naturaleza no haya querido derribar, las selvas se repoblarán, los hielos seguirán su ciclo, las aguas recuperarán su pureza y nuevas especies dominaran la tierra, Jehova no nos expulsó del paraíso, el paraíso lo hemos lo hemos malvendido nosotros,
JUANMAROMO
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