Es descorazonador que para muchos ciudadanos la justicia social sea alabada cuando se trata de recibir y denostada cuando se trata de colaborar. El egoísmo y el tribalismo siempre se hsn impuesto a la solidaridad y a la cultura y de ello se ha servido el poder para manipularnos y esclavizarnos. Ni Marx ni Bakunin pudieron evitsr que la clase obrera se matara en las trincheras mientras sus gobernantes y banqueros seguian medrando en sus palacios Espero que un dia, el cerebro y el corazón acaben controlando nuestos instintos mas viscerales.
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