Ahora vuelves hundido y abatido
con el rabo llorando entre las piernas
con el culo pidiéndome cobijo.
con los ojos quemados por la juergas
Ahora vuelves subiendo a cuatro patas
las escalas que llevan a mi lecho
babeando disculpas putrefactas
arrastrando la lengua por los suelos.
¡Y pensar que hasta ayer te amé en silencio
que esperé tu llegada en los portales,
que tejí mi sudario con tu ausencia
que regué nuestras sábanas con sangre!
¡Cuantas noches lloré vitriolo puro
mientras tu revolcabas tus miserias
en un catre de lujo, con tus putas
fornicando en tropel como las fieras.
cuantos días sentí como la rabia
corroía mi alma y mis entrañas
escupiendo la sangre de mi angustia
y arrancando mi paz con su guadaña!
Pero hoy, hoy te veo como eres
un aborto de macho, una piltrafa
un desecho borracho de deseo
un escombro en las puertas de mi casa
¡Márchate con tus lobas aulladoras
a follar bajo el lecho de la luna
a arrastrar tus colgajos por las zarzas
a lamerles el culo una a una!
Ya rompí tus cadenas y ahora puedo
elevarme a mi misma hacia la vida,
mientras yo prendo fuego a tu recuerdo,
púdrete rezongando en tus letrinas.
SHEMIRRAMIS
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