Hubo un tiempo en que los políticos eran sabios, y los gobernantes prudentes. Eran los tiempos de la polis griegas, de los primeros albores de la democracia. Hubo un tiempo en el que el senado controlaba el poder real, un tiempo en que los emperadores respetaban y acataban los dictados del ciudadano. Cuando las ciudades se transformaron en imperios, la sabiduría se transformó en codicia y la prudencia en ansia de poder, los ciudadano pasaron a ser súbditos y los gobernantes en reyes o emperadores sedientos de sangre. España debe ser uno de los países más avanzados del mundo, porque desde el principio vivió la última etapa.
JUANMAROMO
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