Los boicots económicos están condenados al fracaso, el consumidor no compra por empatía con un país o con una comunidad autónoma, compra en función de la relación calidad precio y en muchos casos, por fidelidad a la marca, las llamadas al boicot comercial tienen un efecto a muy corto plazo, en unos días, el consumidor retoma sus hábitos y el efecto desaparece, eso es algo que saben muy bien los departamentos de marketing, Cuando una multinacional de consumo se retira de un país, generalmente las OCUS organizan boicots como castigo, pero a las pocas semanas, las ventas se recuperan y el efecto desaparece . Antes de comprar, deberíamos estudiar las etiquetas, lugar de origen, composición, caducidad y modo de producción, pero la mayoría de los consumidores compran por impulso y se dejan guiar mas por el factor precio que por el factor calidad. Somos un país inculto, nos falta cultura política, cultura ciudadana y cultura en general, un país culto es un país libre, y a los gobiernos y multinacionales les interesa mas un pueblo aborregado que un pueblo educado, los recortes en cultura, educación e investigación van ciertamente por este camino.
JUANMAROMO
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