Se han perdido en la noche de los tiempos
aquellos ojos que en mí cobraban brillo
aquella boca que hablaba por mi boca
aquellos labios prendidos en los mios
ya no tiemblan tus manos en mis pechos
ni se templa tu acero entre mis fuegos
ni tus manos esculpen mi cintura
ni tu lengua sazona mis senderos
hoy mis selvas apenas son rastrojos
y mi arena se fue tras tus mareas
se quedaron sin luz mis manantiales
y tornaronse eriales mis praderas
Dejamé izar la velas de mi casco
empuñar el timon de mi galera
y buscar otros mares donde pueda
encontrar una nueva primavera
donde vuelva a manar agua mi fuente
a sentirme la dueña de mi vida
donde vuelva a sentir que no estoy muerta
donde el sol me desnude cada día.
SHEMIRRAMIS
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