Llevo más de un mes sin poder (o debería decir atreverme) a escribir ni tan solo un poema, semanas en ebullición, sintiendo como el magma erosiona mi alma sin encontrar el camino de salida, noches sin estrellas y días estrellados, noches tormentosas y días de mortales silencios.
Escucho los granos de arena caer en mi reloj y no hago otra cosa que intentar contarlos, como si así pudiera acelerar su cadencia, siento los suspiros arrancarme el alma y esparcirse en girones por los aires., pero el volcán hierve en mis costillas amenazando con romper la jaula y entrar en erupción desenfrenada.
Semanas que parecen siglos, siglos sin historia, sin luz, sin más destino que el de arrastrarse por los zarzales del miedo, de un miedo irracional y destructivo que se alimenta así mismo, más me sacuden sordos estertores, y las lágrimas hierven preludiando el averno. Cierro los ojos y me escondo en mi mismo esperando y temiendo la telúrica estampida que me elevará de una vez hacia los cielos o me sepultará para siempre en los infiernos.
JUANMAROMO
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