ESTÚPIDOS Y MALVADOS

El recorte de un 25% en infraestructuras con el que el gobierno central pretende castigar a Cataluña es una muestra más de la ceguera con que el PP afronta la crisis política, la crisis social y la crisis económica. Cualquier estadista se daría cuenta de que una mayoría de los catalanes que exigen la independencia lo hacen por razones económicas, los habitantes de Catalunya están crispados de ver como su dinero sale hacia el centro y solo vuelve una pequeña parte en forma de inversiones e infraestructuras. En los últimos decenios, La Generalitat y los ayuntamientos han tenido que financiar las grandes obras públicas, como El eix transversal o las líneas de metro, porque el estado ha centrado todas su inversiones en Madrid financiando autopistas ruinosas y costeando las líneas de metropolitano con ayudas europeas mientras en Barcelona es imposible salir por carretera sin pagar peajes.
En un momento como este, un ejecutivo inteligente, aumentaría las inversiones con el fin de acallar el descontento de un pueblo expoliado, y negociaría un nuevo concierto económico más justo y paritario pero los coletazos fascistas son cada día más visibles en el hemiciclo ."Cuanto más peligroso es un estúpido que un malvado", pero me temo que en los escaños azules la mayoría de sus fechorias, cojean de ambas piernas.
JUANMAROMO