CARTA ABIERTA DE UN JOVEN DESESPERADO

Tengo 26 años, llevo toda mi vida estudiando, desde que empecé la primaria no ha habido ni un solo día que no haya estado pegado a los libros, sacrifiqué horas de sueño, días de diversión y veranos de playa, colgado de ecuaciones y ordenadores. Para que pudiese conseguir un buen expediente, mis padres pagaron mis estudios, cuando me gradué continué estudiando, mi curruculum era de lo más vulgar y había que seguir escalando, terminé otra diplomatura y obtuve dos másters, pero nada era suficiente había que seguir en la brecha. Por fin conseguí un puesto de trabajo, una multinacional me contrató como becario, un sueldo de miseria y sin cotización a la seguridad social, pero esa limosna me permitía seguir adelante y aligerar la carga económica de mis padres pero se acabaron los becarios, desde que a las empresas se les obliga a cotizar ya no los necesitan, ahora me encuentro con dos licenciaturas, tres idiomas y dos masters, buzoneando currículos como puta por rastrojo.
Pero la última es la que más duele, a partir de ahora, ya no tengo derecho a la sanidad pública, como soy un vago y un parásito, mi familia tendrá que seguir cargando con mi cruz hasta que alguna empresa se digne acogerme en su seno y hacerme un hombre de provecho. 
Esta es la sociedad que el cappitalismo nos depara, jóvenes sin trabajo, sin derechos y sin futuro,  y viejos sin jubilación, sin  pensión y sin esperanzas, eso sí, podremos acudir gratis a misa y a clases de religión que para eso si que ppapa estado tiene dinero de sobras. ¡Que el señor nos coja confesados, porque estos hijos de pputa no tienen perdón de dios!!
JUANMAROMO