No hay nada en este mundo mercantil y corrupto que no se
escriba bajo el signo del oro. Durante la segunda guerra mundial, la Ford Motor
Company tenia fábricas en la Alemania nazi en las que montaban carros de
combate y cañones al servicio de Hitler, pues bien, la casa matriz en Detroit,
fletaba barcos piratas en los que enviaba material para suministrar a esas
mismas fábricas que ensamblaban armas letales contra sus compatriotas, pero no
importaba, el dividendo era el dios como lo es ahora.
Cuando acabó la mayor tragedia bélica que ha padecido la
humanidad, se juzgó y condenó a militares
y dirigentes de segunda fila, pero los científicos que planificaron el
Holocausto, los creadores de armas de destrucción masiva, y los físicos que
estaban acabando de diseñar la bomba atómica y que no hubiesen dudado en
arrojarla contra el resto del mundo, fueron acogidos como dioses por Estados
Unidos y la URSS y se les cubrió de honores.
Werner Von Brawn , militante de
las SS y creador de las V1 y V2, los primeros misiles que se utilizaron para
aniquilar ciudades como Londres, fue la cabeza visible de la NASA y el creador
del proyecto Apolo que llevó al hombre a pisar la Luna, mientras rusos y
americanos ayudados por los científicos nazis emprendían la carrera hacia
Hirosima que acabaron ganando los yankis.
La multinacionales no tiene patrias, el dinero no reconoce
banderas y la ambición humana amenaza en convertir en Midas a nuestros
políticos y financieros. Todas las guerras han tenido motivaciones económicas
disfrazadas de banderas y religiones, pero lo que nos estamos jugando en estos
momentos no es la existencia de un sistema económico o un régimen político, lo
que está en juego en estos momentos es la supervivencia misma de la humanidad.
JUANMAROMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario