Mi piel se desgarra entre tus dedos,
tus uñas tatúan el camino
y el atlas de mi cuerpo
se despliega, desnudo a tus compases
hasta trazar una nueva singladura
allende el horizonte
hacia el punto fatal de no retorno
donde los mares se vierten al vacio,
donde el placer y el dolor se precipitan
buscando el infinito.
Nuestro amor no es un amor al uso
es un amor de tragedias presentidas,
de ardientes travesías
por lo páramos secos del deseo
por los helados desiertos de la ausencia
por las sabanas exhaustas de la vida
Cuando tu cuerpo y mi cuerpo se entronizan
estallan los silencios
la luz enmudece y el fuego cobra vida
abrasando con lenguas aceradas
las húmedas caricias,
cada segundo es el umbral eterno
en el que el tiempo expira.
el ara que consagra nuestra sangre
vertida y compartida.
JUANMAROMO
Un poema extraordinario éste que le dedicas a un amor de tragedias y ardiente curso, hecho con mucho tacto y sentimiento... deja que el placer y el dolor se precipiten al infinito a través de esa sangre vertida y compartida.
ResponderEliminarFELICIDADES!