Las palabras huyeron en silencio
cabizbajas, hundidas, derrotadas
se cerraron las puertas carcomidas
y el silencio tejió su telaraña.
El vacío resuena en mis oídos
y los miedos arrastran sus cadenas
por los fríos pasillos del recuerdo
esgrimiendo sus torvas amenazas
han clavado con saña los postigos
han cegado con sangre los vitrales
y la luz mortecina de las velas
agoniza entre sombras espectrales
lo que un día fue hogar es pura ruina
ya no hay leña ni fuego entre sus piedras
solamente cenizas del pasado
flotan al rededor como fantasmas
me cobijo en el catre pestilente
entre sábanas húmedas y ajadas
intentando buscar la paz perdida
enterrando mis ojos en la almohada
pero ya no hay mañana ni futuro
en la noche perpetua de mi alma
desde que tu sonrisa hizo el hatillo
y escapó para siempre de mi casa.
JUANMAROMO
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