Cuando se agotan las lágrimas
cuando la voz se quiebra
cuando el suspiro te revienta el pecho,
hierve la hiel del alma.
Es una pulpa amarga vitriólica, nefasta
es la muerte líquida en las venas
la desazón, la angustia, la tiniebla
el zumo amargo de la desesperanza.
Es una lava que arrasa cuanto alcanza
por donde pasa no vuelve a crecer hierba
te llena el pecho de pútridas cavernas
mata el amor, la fe, mata la vida.
Tengo la piel del alma cuarteada
por la brutal sequia de tus besos,
por el soplo de fuego de tus ojos,
por el frio silencio de tus labios
quiero morir más ni la muerte acude
y vago entre tinieblas venenosas
delirando el oasis de tu risa
escarbando el erial de tus recuerdos
suplicando el maná de tus caricias
y el cálido refugio de tu pecho.
JUANMAROMO
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