jueves, 8 de septiembre de 2011

EL DÉFICIT Y LA DEUDA




Se ha abierto una enconada polémica sobre la inclusión de un tope de endeudamiento en nuestra constitución, de hecho varios países están en trámites de incluir una enmienda que limite a los gobernantes su capacidad de endeudar al país y traspasar una mala gestión a los sucesores y por ende, a toda la población, pero ¿sabemos lo que significa la palabra "deuda"?.
La contabilidad de un estado es similar a la de una empresa o familia, recibe unos ingresos y se ha de hacer cargo de unos pagos. Cuando los gastos son superiores a los ingresos, debe solicitar un préstamo a la banca o a las entidades financieras a fin de equilibrar el balance, pero ese préstamo devenga unos intereses.
La UE impuso un déficit presupuestario inferior al 3% del P.I.B. pero en los últimos años numerosos países han traspasado con creces el límite, los estados dilapidaron los ahorros de las vacas gordas en subvenciones y ayudas sin tener en cuenta la que se avecinaba, cuando la crisis nos alcanzó de lleno, las arcas del estado estaban vacias.
Durante los años de bonanza, los sucesivos gobiernos inflaron desmesuradamente la administración, generaron agujeros negros en la economía de las comunidades autónomas  y dejaron a los ayuntamientos en manos de la venta de suelo público.  Hay que tener en cuenta que la mayoría del dinero que las cajas de ahorro gastaron en hipotecas basura era dinero prestado a corto plazo, es decir, financiaban a 40 años, pero debían amortizar en 5 a lo sumo, cuando los impagados se dispararon, sonaron todas las alarmas, de nada servía embargar miles de pisos invendibles y con un valor contable muy superior al precio real, el peligro de una bancarrota estaba a la vista.
El estado, a fin de evitar el crack, avaló a las cajas en peligro, con lo cual se vio obligado a incrementar el déficit, cuando los mercados vieron peligrar la devolución de los prestamos se produjo el segundo crack, ante el riesgo de impago de algunos países, exigieron unos intereses draconianos  con lo cual, al término del préstamo, la cantidad a devolver era muy superior, era el pez que se muerde la cola.
No vamos a discutir cómo reducir el déficit ni quiénes son los responsables  del desafuero, si una familia durante años gasta mucho más de lo que ingresa a base de créditos llegará un momento que será embargada por no poder hacer frente a los pagos, a los estados les sucede lo mismo.
Está claro que debemos equilibrar nuestros balances, de lo contrario estamos condenados a la bancarrota, ninguna persona o entidad puede vivir perpetuamente endeudada,  nuestros números están al rojo vivo, o equilibramos el presupuesto o nos vamos todos a pique, aunque los verdaderos culpables ya tienen reservados sus salvavidas.
JUANMAROMO

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