sábado, 23 de julio de 2011

ESCORADO EN TU VIENTRE




Tengo el alma del revés como un calcetín agujereado
siento como el tejido se está deshilachando
y ya no puede contener mi sufrimiento.
Me tiemblan las manos y el cuerpo se arrastra
en busca de un puerto donde encontrar amparo
en busca del regazo que le torne a la vida,
pero la mar castiga mis cuadernas
y mi sentina rebosa bilis y amargura.

Me siento al pairo de la vida,
juguete de las olas del destino
a merced de la furia de los vientos.
Me creí dios y soy un pobre diablo
jugué a curar y soy yo quien fallezco
emponzoñado por mis propios filtros
 envenenando a los que en mi bebieron.

Quiero encallar mi proa en tus arenas
y dejar que los tiempos me desguacen
enterrando mi casco en tu arrecife
y terminar mi viaje escorado en tu vientre.

Hazme un lugar en los islotes de tu pecho
y déjame morir entre los brazos de tu puerto,
no puedo sufrir más ni escampar más sufrimientos
ya no me quedan fuerzas, ya no me queda vida. 

JUANMAROMO

miércoles, 20 de julio de 2011

EL CAFÉ DE LAS CINCO



Nos habíamos acostado pasado las cuatro y el día se presentaba propicio para el relax y la confidencia, cuando abrí los ojos, ella no estaba en el lecho, me levanté medio dormido y me dirigí a la cocina. Allí estaba, radiante con su camiseta blanca por donde desbordaban sus preciosos senos y que mostraban sus muslos poderosos y apetecibles. Tenía una tostada en la boca y el vaso de zumo a rebosar, me acerque y la besé, aquello fue mi perdición, tomó el pan crujiente en sus labios y me lo ofreció con gesto goloso. Comenzamos a devorarlo hasta que los labios se juntaron de nuevo, mi lengua busco en su boca los restos del festín mientras mis manos amasaban su grupa, cuando sentí sus dedos bucear entre mis piernas se desató la tormenta, bebío un trago largo de zumo y me ofreció sus labios, hacía tiempo que no tomaba un desayuno tan intenso. Mis manos acariciaron su magnolia que se abrió entre mis dedos temblorosos mientras mi ariete pugnaba por escapar de sus prisiones, la cafetera estaba lista, pero tendría que esperar unas horas.

Como gatos en celo, nos dirigimos a la cama, sin dar tiempo a nada, la acosté dejando sus piernas en el borde, y me sumergí entre sus muslos mientras mi lengua se abría paso entre sus pétalos perfumados. Todo el cuerpo me temblaba, la vista de su cuerpo desnudo me enloquecía, sin poder refrenar mi deseo, la poseí furiosamente sintiendo en cada envestida una ola de placer que me envolvía. Cuando sentí sus muslos apretarme rítmicamente algo explotó dentro de mí como si alguien hubiera destapado el sumidero del universo, una galaxia de placer me engulló en su torbellino. Durante unos instantes perdí la noción del espacio y del tiempo y creí vislumbrar ese túnel de luz que nos conduce al paraíso, el regreso a la realidad me mostró el cuerpo de mi amada hermoso y palpitante, los labios entreabiertos y los ojos encendidos.
Me incliné sobre ella y mis manos acariciaron con ternura su monte y descendieron a los húmedos valles mientras mi lengua degustaba sus pechos con fruición. Su fuente manaba leche y miel y mis dedos golosos nadaban en sus cálidas aguas como peces voraces. De repente, su cuerpo se tensó como un arco y un sonido divino escapó de sus labios, su rostro se transfiguró mientras mis dedos pulsaban sus mágicas cuerdas y un aullido ancestral se elevó hacia el infinito mientras sus fresones se fundían en mi boca. Como un resorte, me volqué entre sus muslos y libé con fruición ese néctar exquisito que solo nos ofrecen las flores fecundas mientras su cuerpo se retorcía entre espasmos. Caí derrumbado entre sus brazos intentando recuperar el aliento, pero su mano comenzó a izar mi mástil con dulzura. Cuando la bandera estaba en lo más alto, siguió acariciándome con rapidez y firmeza, mi cuerpo se entregó a sus caricias mientras sus labios lamian mis pezones, de pronto todo estalló a mi alrededor, su mano aceleró el ritmo apretando y soltando con sabiduría, mientras un rio de lava candente se elevaba y caía de nuevo arrasando mi selva….


Abrí los ojos y miré el despertador, eran la cinco de la tarde, me levanté de un salto y me fui directo a la cafetera, el café, caliente y cremoso me supo a gloria bendita.

martes, 19 de julio de 2011

EL SENDERO DE TUS MUSLOS

 
 
Recorro el sendero de tus muslos
a tientas, como un ciego
vadeando lagunas insondables
océanos de fuego,
volcanes palpitantes y candentes
hirviendo entre mis dedos.


Me arrastro, peregrino de tu cuerpo
surcando tus arenas
en busca del oasis primigenio
donde mana la vida
y hundo mi cabeza entre las aguas
que sanan mis heridas.

Mi lengua juguetea entre tus juncos
como un pez insaciable
que se pierde en los fondos abisales
de tus divina cueva
y bebe del maná que en tus entrañas
los dioses atesoran.

Cuando desnudo entrego en tus abismos
mis últimos suspiros,
el cosmos eclosiona y me desborda
en un mar infinito
donde muero y renazco de tu magma
como si fuera un niño.

Juanmaromo

lunes, 18 de julio de 2011

LA AGENTE 69



Pero lo peor de todo es cuando la mujer policía se transforma en la "superagente 69". Un tío como yo, cachas, culto y con un pico de oro, tiene multitud de admiradoras a las que se cuida muy bien de mimar y dedicar palabras cariñosas.  Con algunas de ellas surge una relación especial, un sentimiento de cariño que gusta de compartir epistolarmente en forma de correos o mensajes, un juego inocente que no pretende otra cosa que hacernos la vida un poco más grata.
Pero he aquí, que en un momento determinado, algún texto ligeramente explícito es detectado por su fino olfato, inmediatamente su intuición, unida a su espíritu científico, desatará una investigación exhaustiva que se remontará al paleolítico y que establecerá lazos de causa y efecto con sucesos que se perdieron en las noche de los tiempos.
Entonces empiezan las llamadas estratégicas al trabajo y al móvil, el control férreo de los sms y de los correos. Cualquier anormalidad en los horarios es motivo de sospecha, y cuando las circunstancias lo hacen aconsejable, el susudicho es sometido a un tercer grado, e incluso a pruebas periciales ( revisión olfativa y control de fluidos entre otras).
Y total ¿para qué?. si es lo que yo digo.. ¿te quito algo de cariñito para dárselo a mis amigas? ¿qué pierdes si robo un ratito a mi trabajo para compartirlo con "las íntimas", se podría quejar mi jefe, pero como el jefe soy yo.....
Total, que tengo que desarrollar un plan estratégico y táctico pata intentar burlar el asedio, pero es algo utópico cuando la "agente", posee armas de destrucción masiva que pueden mantenerte el fin de semana amarrao en el catre.
Y yo os pido consejo, ¿debo confesar mis bellaquerías, o por el contario, continuar jugando al escondite aún  sabiendo que siempre me tocará parar?


JUANMAROMO

domingo, 17 de julio de 2011

EL ÚLTIMO DERRAPE



En estos momentos conduzco un automóvil sin frenos bajando por un puerto de infinitas y cerradas curvas. Abajo me espera el abismo, un abismo vacio, sin árboles ni fondo. Hace meses que el pedal tocó la chapa, y el coche, como una bola de fuego arrasa con todo lo que encuentra a su paso.

De momento he conseguido evitar peatones y ciclistas aunque he tenido que arrojar a más de un vehículo a la cuneta. Los neumáticos chirrían  y yo me agarro al volante con desesperación ciñéndome hasta lo imposible en cada recodo, viendo como las ruedas traseras giran locas en el vacío.
La niebla es cada vez más espesa y solo el instinto de conductor suicida me libra de salir disparado hacia la nada, pero los brazos apenas me responden y mis ojos son dos puntos llorosos que luchan por no cerrarse del todo.
Podría arrojar la toalla y lanzarme como Ícaro en un vuelo desesperado, pero no viajo solo, y lucharé hasta el último resuello para llevar la nave a buen recaudo, entonces, solo entonces podre levantar las manos, sumirme en un sueño primigenio, y pensar que todo ha sido una pesadilla, una negra y horrible pesadilla.
 Juanmaromo

jueves, 14 de julio de 2011

LAS DUNAS DEL MIEDO





Tengo el alma revuelta,
 el corazón  desbocado,
 la piel en llamas.
La bilis me quema la garganta,
 escupo sangre negra
 y de mis ojos brotan lágrimas secas.
Tiemblan mis piernas,
 y en mis pies descalzos
se clavan los guijarros de la vida
mientras las zarzas me
desgarran el rostro.

Por momentos las fuerzas me abandonan
y me agarro a tu cuerpo
soñando con el agua de tus besos
y el maná de tus senos
pero el desierto lo ha invadido todo
y la dunas del miedo
arrasan tus praderas amorosas
y tus fuentes de vida
y tu piel se cuartea entre mis dedos
como tierra baldía

Llorare hasta que el agua de mi llanto
te devuelva la vida
rezaré hasta que la lluvia redentora
vivifique tu tierra
y el desierto se transforme en playa
y las dunas en olas
donde desnudos jugar bajo la luna,
donde el miedo no exista.

JUANMAROMO








martes, 12 de julio de 2011

"Una mirada amable puede cambiarte el destino"

Tim Guénard, apicultor, acoge a personas que sufren

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
 
Foto: Jordi Play
La vida de Tim, narrada en Más fuerte que el odio (Gedisa), es estremecedora. Comprendes por qué cuando veía una pareja cogida de la mano, pasaba entre ellos dándoles cabezazos. Era un niño con la cara deformada por las palizas de su padre, nadie quiso adoptarlo, y fue de maltrato en maltrato. A los 12 años vivía en la calle, donde fue violado y ejerció de gigoló. Pero en la desesperanza encontró a algunas personas buenas y aprendió de ellas: “Debo mi vida a quienes la sociedad rechaza: lisiados, anormales, vagabundos”. Hoy acoge en su granja a la gente que sufre. Ha venido a Barcelona invitado por la Asociación Bocata, jóvenes que reparten bocadillos por el Raval, y a dar una charla en la UB.
He conseguido hacerme amigo de mi pasado y ese es mi pasaporte para aceptar a los otros tal cual son.

Su vida ha sido extremadamente dura.
Fui abandonado por mi madre a los tres años. Me dejó atado a un poste de electricidad de una carretera. Fui entregado a mi padre, alcohólico. Cuando bebía no sabía lo que hacía y me pegaba a menudo. A los cinco años me dio tal paliza que pasé tres años en un hospital y no volví a andar hasta los ocho años.


Yo no tenía visitas, observaba, miraba como aquellos adultos hablaban con cariño a los otros niños y les hacían regalos. Fue entonces cuando cometí mi primer robo.

¿Qué robó?
El envoltorio de un regalo. De noche me arrastraba al lavabo y me encerraba a contemplar aquel papel en el que se repetían un trenecito repleto de paquetes y un osito que imaginaba que me daba las buenas noches.

Triste recuerdo.
Sin visitas ni motivación, era difícil sobrevivir en una cama de hospital. Sentía celos de aquellos niños. Una noche soñé que mi padre salía de una lavadora limpio y nuevo, y venía a recogerme. Pero jamás vino. Con el tiempo mi deseo se transformó: quería recuperar las piernas para salir de allí y matarlo.


Lo que a mí me ayudó a sobrevivir no fue el amor, sino el odio; así fui cayendo en reformatorios en los que me maltrataban.Meconvertí en un perro que al principio mordía porque tenía miedo, después descubrí que yo provocaba miedo a los otros.Meescapé repetidas veces y a los 12 años me instalé en la calle.


Un día me senté junto a un señor y me dormí sobre su periódico. Era el señor León, un gran regalo que recibí. Recuperaba los diarios de la basura y los leía con dificultad, siguiendo las letras con el dedo. Yo intentaba hacer lo mismo pero mi dedo no leía.

¿El señor León era un vagabundo?
Sí, la primera persona amable que encontré, todavía hoy tiene consecuencias en mi vida. Me enseñó a leer, nunca he podido darle las gracias, pero jamás lo olvidaré.

¿Cuándo le cambió la suerte?
Costó. Viví tres años en la calle. Yo creía que mi condición era normal, pero gracias a un buen policía descubrí que no lo era. Aunque me devolvió a la cárcel, me trató como a un ser humano. Yo no quería vivir, pero todas las veces que pensé en quitarme la vida me venía a la mente la mirada de aquel policía.


Doy fe de que una mirada amable puede cambiarte el destino. Es muy importante que te miren cuando tú no sabes ni mirarte a ti mismo.

¿Cómo consiguió formar su familia?
Un día llamé a la puerta de una casa muy bonita. Me abrió un chico y le pregunté: “¿Vives con tu padre, tu madre, hermanos?” No me respondió. Entonces le cogí la cabeza, junté su frente con la mía y le repetí la pregunta. Le cogí del brazo y me lo llevé a un bar para invitarle a una cerveza.

Lo debía de tener aterrorizado.
Quería saber cómo es vivir en familia y a él le divirtió contestarme. Nos hicimos amigos y me invitó a comer a su gran casa. El padre hablaba a su mujer con mucho respeto y cariño. Al despedirse me dijo que podía volver cuando quisiera.

Qué bien.
Me hizo un bien inmenso. “Algún día yo tendré una familia como esta”, me dije. No se puede soñar sobre algo que no se conoce. Si hoy estoy casado con una mujer a la que amo y respeto es porque un día fui invitado a la mesa de un matrimonio bien avenido. Yo soñaba con el amor, pero cuando lo veía se me hacía insoportable.

¿Le daba rabia?
Sí. Un día en una estación de tren vi abrazados a un padre y un hijo. No entendía lo que era aquello, pensaba que el padre estaba haciendo daño al niño.

No era así.
Oí como el padre le decía: “Estoy orgulloso de ti”. Jamás había oído hablar a un padre así, los seguí durante horas. Yo soy un ladrón de amor, he aprendido copiando momentos de amor. Siempre que he abrazado a mis hijos me he acordado de ese hombre.

También vio y vivió cosas terribles.
Sí, y eso me permite ayudar a mucha gente que sufre. Soy un ejemplo para los desesperados, he creado una gran familia con todas esas personas que acojo en mi casa.

¿Ha perdonado a su padre?
Sí. Un día comprendí que mi peor prisión era mi odio y mi propia historia. Perdonar es darse el derecho a existir. Si quieres elevarte, tienes que soltar lastre.

¿Qué es lo más importante que ha descubierto en su vida?
Yo no amaba a los seres humanos y hoy me enamoran. La vida está llena de cosas feas, pero yo me fijo en las cosas hermosas. No comprendo a la gente que insiste en lo malo. Me gustaría tener la mirada de un perro.

¿?
Cuando era pequeño mi madrastra me obligaba a dormir en la caseta de la perra, el único ser que me miraba con amor por encima de cualquier circunstancia. A ambos nos llamaba bastardo. Me gustaría que mis amigos me recordaran con mirada de perro: “Estuviera bien o mal, Tim me miraba bien”.

lunes, 11 de julio de 2011

VÍCTIMA Y VERDUGO



Hay instantes en que se para el mundo

y sales disparado hacia el vacio,

hacia un vacio negro e insondable

helado como el miedo.

Y sientes la vida que se escapa,

el terror que te desgarra el alma,

el infierno de tu propia culpa

el canto de la muerte en tu ventana.



Hay instantes en que abre el suelo

y el averno te envuelve en sus efluvios,

el pánico te muerde las entrañas

y te sientes víctima y verdugo.

El amor y la muerte van unidos

por el yugo implacable de la vida

y esa yunta te clavará su arado

en el surco más hondo de tu tierra.

Juanmaromo






























jueves, 7 de julio de 2011

YUGO DE AMOR



Me duele el corazón de tanto sentimiento,

golpea contra las rejas de mis miedos,

intenta elevarse, más ya no tiene alas.


Le arrancaron las plumas una a una,

le cargaron cadenas,

le negaron el agua de tus besos

el pan de tu mirada,

y ahora agoniza desolado

sacudiendo mi cuerpo.


Tómalo entre tus manos

y mécelo en tus brazos

dale asilo en tu pecho enamorado

y deja que se funda con el tuyo

en un pálpito eterno

en un yugo de amor para sembrar la tierra,

en un beso infinito como el tiempo.

Juanmaromo

LO MUCHO QUE TE QUIERO


Es curioso que a pesar de lo mucho que te deseo, nunca imagino tu hermoso cuerpo desnudo, ni esas piernas entre las que pierdo el sentido, ni esos pechos de los que mana la vida. Cuando pienso en ti, aparecen tus ojos, esos ojos bellísimos que trasportan al séptimo cielo, esa mirada que me acaricia, esa voz que me dice ¡Te quiero!.

Cuando pienso en ti, me imagino acariciándote el alma con la yema de mis dedos, escucho el trino de tus labios cantando al amor que te inunda. Te quiero con la pureza del agua del deshielo, con la fuerza de un torrente de lava, con la dulzura de un niño mamando en tu pecho. Te quiero tanto que pierdo el rumbo de mis palabras, que dejo al pairo mi nave en el mar infinito de tu alma, que cuando miro un espejo, aparece tu rostro diciéndome ¡Te amo!. Sé que me estoy volviendo loco, pero es la locura de lo elegidos, la locura que buscaban místicos y ascetas. Te quiero tanto, que si un día te perdiera, me volvería cuerdo.

Juanmaromo











lunes, 4 de julio de 2011

TEDDY BABA Y LOS CUARENTA MAMONES

 


“Toda organización tiende a perpetuarse aun a costa de sus fundadores”


Durante milenios, el hombre ha ido creando sociedades para protegerse de los más fuertes, así se crearon las mafias, que en principio fueron organizaciones secretas populares para defenderse de los abusos de la nobleza y los terratenientes; los grupos partisanos, para luchar contra el invasor o los partidos revolucionarios para cambiar el rumbo de una sociedad injusta. Pero una vez cumplidos sus objetivos, estos movimientos no desaparecen, evolucionan y se transforman en algo muy diferente a lo que fueron en sus orígenes, muchas veces totalmente opuestos.


La S.G.A.E. se fundó con la idea de proteger a los autores y editores y asegurarles el cobro de sus derechos de autor frente al pirateo o al uso indebido de su obra, pero con el paso del tiempo se ha convertido en una empresa recaudatoria que emplea métodos mafiosos. Hace mucho tiempo que se venía reclamando una auditoria por parte del estado a una gestión opaca y sospechosa de abusos, pero hasta que Garzón no incoo expediente nadie se atrevió contra ellos.


Ahora el caso está en la vía judicial, espero que no solo se investigue esos casos concretos de desviación de fondos, si no que se llegue hasta donde haga falta para aclarar una política recaudatoria abusiva y un reparto de beneficios arbitrario y leonino por parte de sus administradores, los artistas y los usuarios hace años que lo venimos exigiendo.

EL YUGO DE TUS SENOS

 
 
Tu ausencia me remuerde con furia,
me clava las garras del deseo
y encabrita mi alma,
me azuza las espuelas
 y me lanza al galope desatado
por tu negra espesura.

Las zarzas me desgarran,
las ramas me golpean
pero yo sigo mi carrera
atravesando ríos
cruzando cenagales
bordeando barrancos.

Y arriesgándolo todo te persigo
hasta el último aliento
dejándome la piel y la cordura
esnifando tus huellas.

Y cuando al fin te alcanzo,
apenas tengo fuerzas
para caer rendido en tu regazo
y mendigar tus besos,
para encontrarme desnudo
y entregado reflejado en tus ojos.

Para uncirme al yugo de tus senos
y sembrar tus surcos
con el amor inmenso que tu alma
ha encendido en mi cuerpo.

JUANMAROMO