jueves, 12 de mayo de 2011

¿Imputados en todas las listas? ¡Exigimos que estén todos en la misma!


Algo huele a podrido en las municipales


Actualidad Edgar |  Zoom: Aumentar | Disminuir
corrupción
Los números cantan: un centenar de candidatos en las elecciones del 22-M están imputados. Andalucía es la comunidad con mayor número de presuntos corruptos (o sin presuntar) en sus listas electorales; aunque ninguna comunidad tiene a un encausado apuntando a un cargo más alto que Francisco Camps, reelegible a la presidencia de la Comunitat Valenciana  (y también claro favorito según las encuestas, por cierto. Valencia, ese Massachussets de los Expedientes X españoles).En cuanto a distribución por partidos, más del 50% de ovejas grises están en listas del PP; un 35% en el PSOE, y el resto se reparte por decenas de partidos.
Y esto, señores, es intolerable.
Sí, es intolerable porque confunde al electorado. ¿Qué es eso de tener a todos los imputados desperdigados por cualquier lista? ¿Qué es eso de que un ciudadano de (polejemplo) Soria no pueda votar por Francisco Cuenca, candidato socialista a la alcaldía de Granada, imputado por cohecho? Puestos a votar por un puto mangante que nos sise hasta las bisagras de las arcas públicas, ¿por qué sólo los valencianos pueden votar por Camps, que es el ladrón más reputado y eficiente de todo el país? ¿Por qué conformarnos con un corruptillo de tres al cuarto que limpiará lo que pueda, sí, pero que alguna cosa dejará, como el detergente malo de los anuncios, que siempre deja restos de grasa, el muy cabrón? ¡No hay derecho!
¡Exigimos una única lista que agrupe a todos los imputados! ¿Por qué no? Políticos de cualquier calaña se esconden bajo el mismo paraguas con excusas más peregrinas que esa. ¿Acaso sus ideologías o su color político son un cemento más poderoso para unirles que su común afición por el egipcio y sus ganas de poner a prueba la estupidez de sus votantes? ¿Acaso de unir su codicia y su simpatía por lo ajeno no saldrían todos beneficiados? ¿Acaso no es hora de que nuestra clase política se defina como lo que es: una pandilla de mangantes, trepas, lameculos, meapilas y demagogos dispuestos a lo que sea por dinero, poder y dinero, por ese orden?
No mezclemos su honrada ansia de enriquecerse con estúpidas y perniciosas ideologías. Necesitamos un partido de corruptos, que agrupe a lo más florido de los hijos de puta que nos mangáis desde alcaldías, diputaciones, autonomías y gobiernos. Porque no importa el color, una cosa os une: las ganas de robarnos y poner a prueba nuestra estupidez. Hacedlo: dadnos la oportunidad de votar para que nos robéis, y lo haremos. Mirad a los valencianos: ¿quién dice que toda España no puede ser tan gilipollas como ellos?
 EL JUEVES

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