martes, 8 de marzo de 2011

EL DIA DE LA DERROTA

 
 
 
Emma Riverola Escritora
  El calendario de las causas está plagado de efemérides especiales. Muchas pasan desapercibidas, pero de conocerlas y sentirlas, emprenderíamos los días con ánimos muy diversos. Imagino unas mañanas teñidas de voluntad para esas fechas dedicadas a los principios más nobles: la solidaridad, la tolerancia, la paz o los derechos humanos. Otras celebraciones nos llevarían a la melancolía de los recuerdos o a la reflexión del futuro, como el Día del Niño, el de la Juventud o el eufemístico de las Personas de Edad. Otras jornadas nos impulsarían a buscar en la agenda un momento para ese chequeo pendiente: el Día de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, de la Visión o la Diabetes. Más difícil resulta imaginarse el transcurrir del Día de la Aviación Civil o el de las Cooperativas.

De todos, hay un día del que nunca nos olvidamos. Esta jornada teñida de violeta que acapara titulares, datos -la mayoría deprimentes- y alguna que otra protesta. El Día de la Mujer es en sí mismo la celebración de una derrota. La constatación de que, aun siendo la mitad de la humanidad, seguimos yendo uno o cientos de pasos por detrás que los hombres. Un día de protagonismo. Uno de 365. Como la jornada del sábado en el palco del Barça. Una imagen. Una excepción. Un adorno. Un condescendiente privilegio del poder dominante. Reinas por un día… Siempre que la jornada no coincida con la Champions.

1 comentario:

Isabel Sáez dijo...

Pues sí, muy condescendiente. También parece que mal necesario para que al menos por un día algunos repasen cuál es la situación de la mujer en el mundo, sólo que suele mirarse más hacia fuera que justo a tu lado, a tu compañera, o pensando en la empleada que tienes y a la que le pagas lo menos posible por el máximo de rendimiento.
He leído datos sobre la mujer en Europa y seguimos sin conseguir la equiparación ante nuestra propia pasividad.