Tuve un amor un día
que se antojaba eterno,
tuve un amor un día
calándome los huesos,
hirviéndome en el alma,
ardiéndome en el cuerpo,
prendiendo con su aliento
la llama del deseo
Tuve un amor un día
mordiendo mis entrañas
como una enredadera
trepando en la garganta,
nublándome la vista
quebrándome la espalda
clavándose en el vientre
con su encendida daga.
Tuve un amor un día
pero hoy no tengo nada,
se lo llevó el invierno
en su mortaja blanca
y me dejo la casa
con el hogar sin fuego,
con los ventanas rotas
llorando su recuerdo.
llorando su recuerdo.
JUANMAROMO
3 comentarios:
Relataste en este poema, muy bien el abandono de una persona sintiendo amor. Recibe un cordial saludo.
Arreglar cristales y enjugar las lagrimas para poder ver el camino a seguir.. Buena poesia
Muy bueno, Juanma. Un precioso poema!
Te dejó el síndrome del nido vacío? Besos.
Pandorcita
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