Deja que el tiempo discurra por mis venas
como etérea sangre,
como ardiente vino,
que se asome al balcón de mis recuerdos
que cierre las ventanas del olvido.
Olvidar es morir en lo vivido
atrancar las puertas,
arrancar los nidos,
deshojar el árbol,
arrasar la tierra,
apagar el fuego,
desecar el rio.
Que la ternura me acaricie el alma
con su piel desnuda
con su dulce trino,
con el beso frutal de la esperanza,
con el rumor de la mar en mis oídos
Que la paz haga un nido en mi almohada
que me acune el sueño
que me auyente el frio
que caldee el lecho
de amor infinito
que me inunda el pecho
desde que era un niño,
para que no olvide
quien soy y que he sido.
JUANMAROMO
JUANMAROMO
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