Había tenido una tremenda discusión con Elena, estaba harto de sus celos histéricos y de su continuos reproches. Bien es verdad que soy un hombre atractivo y que a menudo tengo escarceos con chicas, pero nada que no se quitara con una buena ducha. Aquella noche había llegado tarde del trabajo, me entretuve con una antigua amiga tomando unas copas, y cuando me percaté eran más de las 11. Me despedí apresuradamente y llegué a casa balbuceando excusas tontas. Estaba hecha un basilisco y me recibió con una andanada de insultos e improperios, nunca la había visto tan enojada, así que tras intentar tranquilizarla inútilmente, le espeté - ¡Pues bien, si te satisface estar celosa, te voy a dar motivos, me voy a un bar de copas a buscar una mujer que en lugar de púas tenga cabellos! dì un portazo, y esacapé escaleras abajo.
A todo esto eran ya la una de la madrigada, la noche empezaba a animarse y me dirigí a un bareto que me habían recomendad unos amigos. No más entrar, me sorprendió gratamente, buen ambiente, música apropiada y un ganado que prometía buenas capturas. Pedí un doble de malta y dirigí una oteada escrutadora, de repente, mis ojos se cruzaron con una mirada que parecía acuchillarme, el desafío duró una eternidad, hasta que escuché una voz a mis espaldas.
-Parece que te ha hipnotizado mi amiga, ten cuidado con ella, le encanta desayunarse pibitos como vos-
Me volteé y me di de bruces con una mujer imponente. Era alta, morena, un cuerpo que parecía estar moldeado por las manos de Eros, pero lo que más me sorprendió fue su voz, era una voz cálida y sugerente, una voz que incitaba a escuchar y a sentir.
-Si tanto te gusta mi amiga, ven y te la presento- Y tomándome la mano me encamino hacia la rubia de ojos matadores que apuraba con deleite su copa.
- Te presento a Roxana, aunque parece que ya os conocéis, por cierto mis amigos me dicen Noa, es un placer tenerte entre nosotros. Nos dimos un beso, y cuando sentí el aroma de su aliento, supe que no pararía hasta poseerla, ella volvió a retarme con sus ojos de hielo y me ofreció un trago. - Bebe conmigo, no hay nada como una copa compartida para conocerse profundamente, y deslizó sus labios por el borde azucarado antes de entregármela como si fuese un trofeo.
Charlamos y bebimos hasta altas horas de la madrigada, de repente, Roxana me dijo
-Noa y yo estamos de visita en la ciudad y nos gustaría llevarnos un grato recuerdo de Barcelona, si no te da miedo, te invitamos a pasar el resto de la velada en nuestro hotel, ¿te atreves?.
Jamás hubiera soñado algo parecido, eran como dos ninfas dispuestas a compartir conmigo una noche de lujuria. Apenas pude balbucear unas palabras.
Tomamos un taxi, una extraña modorra me invadió a los poco minutos, cuando desperté, estaba atado de pies y manos a una cama enorme completamente desnudo, una tremenda erección dominaba mi perspectiva vital mientras veía a mis raptoras acariciarse lúbricamente.
-Mira, ya despertó el bello durmiente- - Y sin mediar palabra Noa empezó a libar mi mástil con un cuidado exquisito hasta izar la bandera en lo más alto. Comencè a sentir espasmos pero ella me apretó por la base y dijo con firmeza. -Tranquilo machito, que esto no ha hecho más que empezar-
Inmediatamente, cabalgó sobre mi vientre, y con una enorme lentitud, me fue absorbiendo hasta quedar totalmente empalada y contrayendo sus músculos rítmicamente me llevaba a los límites del abismo , perecía que quisiera probar hasta donde podía llegar. Mientras Roxana, miraba con una enigmática sonrisa sin dejar de acariciar la corola jugosa que asomaba de entre sus muslos-
Bueno, yo creo que ya está madura para que la saborees, y se monto a horcadas sobre mi boca derramando sus jugos, sentí un oleada de fuego en todo el cuerpo y mi lengua y mis labios se deshicieron en una lucha a muerte con aquella dionea que pretendia devorarme. De repente, sentí como si una fuerza desconocida exprimiera mi verga, y un volcán de placer como jamás había experimentado estalló por todo mi cuerpo y un terremoto me sacudió de pies a cabeza, pero Noa seguía apretando hasta que no dejó dentro de mi ni una sola gota de lava, creí que todo había acabado, pero mi adalid seguía erguido como si nada hubiera pasado.
Bueno, yo creo que ya está madura para que la saborees, y se monto a horcadas sobre mi boca derramando sus jugos, sentí un oleada de fuego en todo el cuerpo y mi lengua y mis labios se deshicieron en una lucha a muerte con aquella dionea que pretendia devorarme. De repente, sentí como si una fuerza desconocida exprimiera mi verga, y un volcán de placer como jamás había experimentado estalló por todo mi cuerpo y un terremoto me sacudió de pies a cabeza, pero Noa seguía apretando hasta que no dejó dentro de mi ni una sola gota de lava, creí que todo había acabado, pero mi adalid seguía erguido como si nada hubiera pasado.
Noa retiro mis labios de su selva, y se dedicó a lamerme los pezones, nunca había creído que podia sentir tanto placer mientras Roxana me entregaba sus fresones para que los degustara golosamente.
-Ahora me toca a mí, y encajándome entre sus muslos empezó una danza del vientre en la que sus pechos brincaban como pájaros enloquecidos, sentí de nuevo rugir mi chimenea, pero en el momento justo, se detenía y volvía poco a poco a la carga, mi corazón empezó a dar síntomas de agotamiento, me empezó a faltar el aire, pero antes de poder decir nada, de nuevo ese torniquete me hizo estallar en una falla incandescente, intenté soltarme, pero las ataduras resistieron perfectamente. - No tengas prisa, esto es tan solo el principio, querías guerra y la vas a tener, asió mi cráter con sus manos mientras su lengua libaba el caliz de su amiga , los testículos me dolían pero inexplicablemente, el pulgar se mantenía firme, la mano sabia empezó a masajear la cabeza pensante, hasta ponerme a punto de estallar, cuando empezó a vibrar a una velocidad increible, me sentí morir, algo estalló dentro de mi pecho y perdí el conocimiento.
Despertè en la cama de un hospital. -¿Que hora es? ¿Donde estoy?,... se acercó un enfermero y me dijo.
-Ha tenido suerte amigo, hace dos días recibimos una llamada anónima, avisándonos de un infarto, le recogimos en una ambulancia y puede usted dar gracias de que llegamos a tiempo, la sobredosis de viagra junto a la coca que llevaba en vena, podían haberle matado en pocos minutos, de hecho en lo que va de año ya han habido tres fallecidos en circunstancias parecidas. La próxima vez, tenga más cuidado con estos excesos, a veces se pagan muy caros. Al cabo de unos días, me visitó el doctor y tras reconocerme detenidamenteme dijo.
-Bueno, parece que saldrá vivo de esta, pero me temo que durante varios meses no va poder usted ejercer, pues los tejidos de su glande y su cuerpo calloso han quedado tan magullados que quizas no se recuperen del todo. Por cierto, tiene aquí una citación de la policía, cuando reciba el alta tendrá que pasar por comisaria a prestar declaración, esta misma noche se ha producido otro fallecimiento y parece tener muchas similitudes con su caso. ¡ Ah, Me olvidaba! su mujer nos ha comunicado que partía en viaje de negocios, que tardaria unos meses en regresar, y que podia ir a vivir a casa de su mamá, mientras recibia noticias de su abogado.
Cualquier cosa que necesite, no dude en llamarme.
JUANMAROMO
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