La huelga encubierta de los controladores aéreos es otra muestra de la deshumanización y mercantilización de esta sociedad en la que un colectivo de privilegiados puede poner en jaque a todo un país y amargar las vacaciones a cientos de miles de ciudadanos sin previo aviso.
Como ya sucedió en su momento con los pilotos, los controladores quieren mantener unos privilegios inasumibles y para mantenerlos son capaces de hundir la economía del estado sin que les tiemble la mano. La estampida de esta tarde es un claro atentado contra el derecho y una maniobra constitutiva de delito, el gobierno debe actuar con firmeza para impedir que estos grupos elitistas impongan sus intereses a los de todo un país, en una época de crisis galopante.
Mientras los trabajadores, los funcionarios y los autónomos deben afrontar unas condiciones de supervivencia, los controladores ponen en jaque a toda la sociedad para mantener unos ingresos que duplican la media de la unión europea.
La respuesta del gobierno en las próximas horas será vital para cercenar de una vez por todas estos chantajes, que no le tiemble la mano por el bien del país y de todos los ciudadanos.
JUANMAROMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario