Puede que cuando Dios nos rebanó en dos partes, se le escapara la espada de un lado y dejara el lado de la mujer más completo que el del hombre, lo cierto, es que las mujeres se valen mucho mas por sí mismas que los hombres, y no me refiero a un mero plano funcional, me refiero de una manera global. Un hombre sin una madre primero, y sin una mujer después, es como oveja sin cencerro, y yo no digo que nos guste estar bajo la tutela de una hembra, pero debo reconocer que no valemos para vivir solos.
Casi todos los hombres que conozco viviendo solos durante largo tiempo, se hacen descuidados, envejecen rápidamente, y acaban encogiéndose dentro de si mismos, hasta que desaparecen totalmente. Sé que es difícil convivir con una mujer, sobre todo del tipo que a mí me gustan. Yo no soporto a una mujer florero ni quiero una modelo para lucir colgada del brazo, me gustan las mujeres con carácter, a las que se puede tratar de tú a tú, las que no necesitan pedirte que seas tierno con ellas, porque ellas son la ternura, y decir tierno, no quiere decir ser blando, el pan tierno cruje, es sabroso, y hasta puede que te hiera la boca, pero ¿quien prefiere el pan blando, apelmazado, y pastoso? .
Me gustan las mujeres que exigen lo mejor de uno mismo, te obligan a mantenerte en forma, a no bajar la guardia a mantener tu autoestima. A veces la convivencia se hace difícil, otras veces, sencillamente imposible, entonces vuelta a empezar, tardes inacabables, noches toledanas, búsquedas desesperadas, y un día a la vuelta de la esquina, miras unos ojos que te atraviesan como cuchillos y sabes que estás perdido de nuevo, maravillosamente perdido, que la ruleta ha empezado a girar de nuevo.
JUANMAROMO
2 comentarios:
Hermosas palabras, me temo que nos gustan el mismo tipo de mujeres. Con tu permiso las hago mías. Brillante analogía.
La mujer es un desafio, un reto, un acicate. Amar a una mujer no te deja envejecer, te mantiene joven en cuerpo y en espíritu. Un abrazo-
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