Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y
miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta,
como usted los llama de la que yo formo parte. Pero es precisamente su
artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del
periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me
ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de
respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre
todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra “casta”.
En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que
trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y
mucho menos queremos ser servidos. Le aclaro que en mi declaración a
Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por
cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la
que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de
servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un
complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como minimo, 110
horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un
Negociado, cobro 1.500 €, de los cuales usted se cree muy dueño de
rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver
disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de “vacas gordas”
el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios? ¿Está usted quizás
dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que
habitualmente cobra? ¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional
“libre” de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto. Un vecino de mi bloque, trabajador de
la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el “boom”
urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla
capital. Es cierto, ahora está en paro y *yo y* *toda mi casta *hemos
contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que
pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás
lo cobraremos. Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para
“repartir”con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría
usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del
único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos
que él no estaría dispuesto, ¿verdad?.Pues yo tampoco a darle un 20% de
mi sueldo.
Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña
a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser
funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos
ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que
puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas
oposiciones. Por tanto, si yo he aspirado a “ganar poco y vivir
tranquila” es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni
considero mi puesto hereditario. Mis hijos se lo tendrán que currar y
posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o
sencilla como quiera llamarlo. Y es en este punto donde más me enciendo,
¿con qué derecho se cree a proclamar a los cuatro vientos que mis dos
hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que
eso no es así en todas las profesiones, que hay mucha “economía
sumergida”), por lo tanto no intente “calentarle” el ánimo a nadie con
el hecho de que son los ciudadanos con sus impuestos los que me
retribuyen , nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante
para el país que el de su profesión, por ejemplo. Si no escribe un dia
un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la
Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad… no acudieran a su trabajo…
En fin Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta,
como usted los llama de la que yo formo parte. Pero es precisamente su
artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del
periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me
ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de
respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre
todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra “casta”.
En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que
trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y
mucho menos queremos ser servidos. Le aclaro que en mi declaración a
Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por
cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la
que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de
servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un
complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como minimo, 110
horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un
Negociado, cobro 1.500 €, de los cuales usted se cree muy dueño de
rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver
disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de “vacas gordas”
el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios? ¿Está usted quizás
dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que
habitualmente cobra? ¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional
“libre” de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto. Un vecino de mi bloque, trabajador de
la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el “boom”
urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla
capital. Es cierto, ahora está en paro y *yo y* *toda mi casta *hemos
contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que
pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás
lo cobraremos. Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para
“repartir”con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría
usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del
único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos
que él no estaría dispuesto, ¿verdad?.Pues yo tampoco a darle un 20% de
mi sueldo.
Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña
a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser
funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos
ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que
puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas
oposiciones. Por tanto, si yo he aspirado a “ganar poco y vivir
tranquila” es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni
considero mi puesto hereditario. Mis hijos se lo tendrán que currar y
posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o
sencilla como quiera llamarlo. Y es en este punto donde más me enciendo,
¿con qué derecho se cree a proclamar a los cuatro vientos que mis dos
hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que
eso no es así en todas las profesiones, que hay mucha “economía
sumergida”), por lo tanto no intente “calentarle” el ánimo a nadie con
el hecho de que son los ciudadanos con sus impuestos los que me
retribuyen , nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante
para el país que el de su profesión, por ejemplo. Si no escribe un dia
un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la
Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad… no acudieran a su trabajo…
En fin Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
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