La economía política nos revela las condiciones y causas del origen, evolución y cambio de unas formas sociales de producción por otras, y roza los intereses económicos y políticos fundamentales de los hombres, de las diversas clases de la sociedad y los países. Estudia también las leyes que presiden el desarrollo de tales relaciones en estrecha conexión y acción recíproca con las fuerzas productivas, fuerzas que, en unidad con las relaciones de producción, constituyen el modo de producción de una determinada formación económico-social.
Los valores distintos al dinero, como única fuente de riqueza, pierden una fuerza determinada, atribuida a una estructura económica basada en el intercambio de dinero por artículos, y en mayor proporción más dinero, es decir, especulación.
Quizá, estemos presenciando el fin de un ciclo de la Teoría Revisionista iniciada en al burguesía del siglo XVIII (Véase Marx y Engels) y en definitiva, a un replanteamiento de unas políticas económicas, mas acordes a un sistema sostenible, basado en las relaciones de las personas y no tanto en las relaciones comerciales y especulativas.
Quizá el momento en el que la revolución informática, la revolución de las comunicaciones, la agilidad y rapidez de los mercado, esta tomando un auge en creciente diversificación, es este en el que las relaciones de las personas en modo global, con otras personas y con el medio, crecen en importancia, a la vez que la sociedad da por fracasado el sistema económico actual.
Quizá somos los precursores de una nueva concepción de la economía, en la que el valor del dinero no es más que el valor de lo necesario, no de lo especulativo. A través de las formaciones políticas de todo el Orbe, se toman medidas encaminadas a minorar a la sociedad los efectos de la crisis y, aunque algunas más acertadas que otras, todas tienen el mismo denominador común. Se impone de esta manera, una mayor importancia al bienestar de la sociedad que al mantenimiento económico de un sistema, que ha cerrado un ciclo.
Los valores distintos al dinero, como única fuente de riqueza, pierden una fuerza determinada, atribuida a una estructura económica basada en el intercambio de dinero por artículos, y en mayor proporción más dinero, es decir, especulación.
Quizá, estemos presenciando el fin de un ciclo de la Teoría Revisionista iniciada en al burguesía del siglo XVIII (Véase Marx y Engels) y en definitiva, a un replanteamiento de unas políticas económicas, mas acordes a un sistema sostenible, basado en las relaciones de las personas y no tanto en las relaciones comerciales y especulativas.
Quizá el momento en el que la revolución informática, la revolución de las comunicaciones, la agilidad y rapidez de los mercado, esta tomando un auge en creciente diversificación, es este en el que las relaciones de las personas en modo global, con otras personas y con el medio, crecen en importancia, a la vez que la sociedad da por fracasado el sistema económico actual.
Quizá somos los precursores de una nueva concepción de la economía, en la que el valor del dinero no es más que el valor de lo necesario, no de lo especulativo. A través de las formaciones políticas de todo el Orbe, se toman medidas encaminadas a minorar a la sociedad los efectos de la crisis y, aunque algunas más acertadas que otras, todas tienen el mismo denominador común. Se impone de esta manera, una mayor importancia al bienestar de la sociedad que al mantenimiento económico de un sistema, que ha cerrado un ciclo.
Desde el momento en el que no existe necesidad de consumo de artículos innecesarios, la sobreproducción de éstos se hace también innecesaria, con las consecuencias económicas que ello supone. Por esto mismo, son las relaciones sociales, entre las personas, las que aumentan en valor. Crean uniones antes impensables, forman comunidades en actos y acciones que reaccionan, ante el declive inevitable de un sistema marco-económico, “gastado por el uso”.
El momento actual de nuestra sociedad vive unos cambios a los que hay que sumarse de manera irremediable, pues de lo contrario, pueden volver a crearse capas de sociedad incomprendidas en su afán conservacionista de sistemas en declive, y otras reaccionarias con nuevas perspectivas de avance sostenible. Indistintamente todo ello de la profundidad, duración y repercusión de esta crisis, estamos obligados por la propia supervivencia del ser humano, a iniciar un nuevo ciclo económico que se corresponda con los valores de sostenibilidad futura, tan solo con lo aprendido hasta hoy, sin repetirlo… y sin olvidarlo.
1 comentario:
Muy interesante este artículo que traes. Creo que estamos llegando al fina de una manera de enteder la economía, o al menos es necesario revisarla, pero no estoy seguro de que hayamos aprendido nada. Creo que de alguna manera seguiremos explotandonos los unos a los otros. Ojala no pero eso creo.
Saludos
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