Joachim Gauck, líder opositor en la RDA; pastor luterano; custodió el archivo de la Stasi
LLUÍS AMIGUET - 11/11/2009
Tengo 69 años y he sufrido las dictaduras de Hitler y la comunista, pero también participé en la revolución ciudadana y pacífica que derribó el Muro. La democracia no es el paraíso, pero compare y verá. Tengo 4 hijos. La Iglesia en la RDA era libertad. Colaboro con el CCCB.
"Padre me ha pedido que le espíe"... Era uno de los adolescentes de mi parroquia, un chaval estupendo, que estaba aprendiendo a pensar por su cuenta...
¿Qué le dijo usted?
Casi no pude ni darle las gracias del cabreo que pillé. Porque... ¡Aquél no era el primer crío al que la Stasi trataba de convertir en espía para controlarme! Perdí la calma y...
...
... Me fui directo al Ayuntamiento de Rostock, donde estaba mi parroquia, yme encaré con el funcionario que dirigía los "Asuntos Religiosos de la Ciudad"...
¿El partido toleraba la Iglesia?
Durante el estalinismo la había perseguido encarnizadamente, pero al final llegamos a una especie de coexistencia. Si querías progresar: estudiar, viajar, mandar, debías ingresar en el partido, pero si eras cristiano y lo admitías, se acabaron los ascensos.
¿Y eso perjudicó a la Iglesia?
Esa purga de 40 años - dos generaciones-nos convirtió a los cristianos en minoría, pero eso no fue malo: quedaron los mejores.
¿Qué le dijo al funcionario de su queja? "
¿Así crea su partido el "hombre nuevo"? ¿Convirtiendo a los niños en espías?" Se hizo el tonto y dijo que era una invención del chaval. Yo le grité que iría a la propia Stasi.
Usted no era un cobarde.
Ya había demasiados cobardes. Y al final, días después, encontré al agente de la Stasi, pero no sirvió de nada: nos chillamos como energúmenos durante dos horas. Y me fui.
Supongo que constaría en su ficha.
Sí y la encontré en sus archivos. Los revolucionarios ocupamos los archivos de la Stasi cuando ellos empezaban a destruirlos; fue un acierto. Creo que tienen valor universal.
¿Su primera impresión al repasarlos?
Que en toda dictadura hay un puñado de héroes; un puñado de traidores; y una mayoría inmensa de acomodados. Allí estaban todos.
Es una historia universal de la infamia.
Y del heroísmo anónimo. Aún rezo por una madre a la que descubrieron a punto de huir de la RDA. La encarcelaron y condenaron a dos años y le anunciaron que sus dos niños iban a acabar en un orfanato.
¿Le dieron alguna salida?
Traicionar a todo su grupo. Le dijeron que le conseguirían una pena sin cárcel para que siguiera viendo a sus hijos si escribía los nombres de los amigos en un papel...
Yo hubiera disculpado su traición.
Y yo, pero ella no se hubiera disculpado a sí misma.
¿Y el traidor más vil?
Hay dónde elegir. Hubo uno que preparó unas albóndigas con matarratas y envenenó a su mejor amigo por orden de la Stasi.
Un canalla que cocinaba.
Un habitante de un pueblecito denunció por contrarrevolucionarios a tres convecinos y, no contento con ello, pidió para ellos la pena de muerte en la misma misiva...
Un tipo concienzudo.
¡Y se ofreció como verdugo!
¿Quiénes eran los agentes de la Stasi?
Empezaron siendo comisarios sin escrúpulos con licencia para torturar y, poco a poco, la represión se hizo más difusa y sutil y también más sofisticada y con ella sus agentes.
¿En qué sentido?
La Stasi creó su propia universidad, en la que se podía cursar incluso el doctorado, y depuró científicamente con pautas cognitivas y conductistas sus propias técnicas.
Por ejemplo.
Sus analistas alcanzaron notable eficacia al trazar los "psicogramas" del disidente: sus relaciones y su punto débil. Con ellos iniciaban "la descomposición": descomponían grupos disidentes y luego a los individuos.
¿Cómo?
Localizaban el centro de tu existencia y lo descomponía. Si tu vida era tu profesión, "descomposición profesional": hubo médicos a quienes atribuían errores y víctimas hasta hundirlos; "descomposición ética": la Stasi hacía creer al grupo disidente que su líder era un chivato hasta desacreditarlo.
No eran tontos los verdugos.
"Descomposición familiar": se buscaba o colocaba una estudiante o colega guapa o guapo en el entorno del disidente para que lo sedujera. Es fácil imaginarse el resto.
Lo imagino.
Y la descomposición seguía en la cárcel: colocaban confidentes entre los compañeros presos políticos... Hasta volverlo loco.
¿Qué hacen ahora los de la Stasi?
Cuando uno aprende a pegar codazos, le va bien siempre... ¡Con cualquier régimen!
¡Qué nos va a contar!
Hay individuos que apuestan por el poder desde que nacen y su misma apuesta les confiere una seguridad que aprovechan en cualquier circunstancia: en democracia los ex Stasi siguen aprovechando esa confianza.
Sólo tienen que elegir nuevo partido.
Hay unos cuantos ex Stasi constructores de éxito; empresarios de informática, seguros, banca, y muchas empresas de seguridad.
Es que las democracias son inseguras.
Un ex Stasi fundó una floreciente editorial y otro tiene una funeraria. Pero en la ex RDA no les ha ido tan bien a los ex represores como en Bulgaria, Rumanía o Rusia: allí es que apenas han tenido que reciclarse.
¿Y qué ha sido de sus víctimas?
Algunos se han rehecho, pero sé de otros muchos que aún viven atenazados por la paranoia y no han logrado superar los años de persecución y cárcel.
¿Qué le dijo usted?
Casi no pude ni darle las gracias del cabreo que pillé. Porque... ¡Aquél no era el primer crío al que la Stasi trataba de convertir en espía para controlarme! Perdí la calma y...
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... Me fui directo al Ayuntamiento de Rostock, donde estaba mi parroquia, yme encaré con el funcionario que dirigía los "Asuntos Religiosos de la Ciudad"...
¿El partido toleraba la Iglesia?
Durante el estalinismo la había perseguido encarnizadamente, pero al final llegamos a una especie de coexistencia. Si querías progresar: estudiar, viajar, mandar, debías ingresar en el partido, pero si eras cristiano y lo admitías, se acabaron los ascensos.
¿Y eso perjudicó a la Iglesia?
Esa purga de 40 años - dos generaciones-nos convirtió a los cristianos en minoría, pero eso no fue malo: quedaron los mejores.
¿Qué le dijo al funcionario de su queja? "
¿Así crea su partido el "hombre nuevo"? ¿Convirtiendo a los niños en espías?" Se hizo el tonto y dijo que era una invención del chaval. Yo le grité que iría a la propia Stasi.
Usted no era un cobarde.
Ya había demasiados cobardes. Y al final, días después, encontré al agente de la Stasi, pero no sirvió de nada: nos chillamos como energúmenos durante dos horas. Y me fui.
Supongo que constaría en su ficha.
Sí y la encontré en sus archivos. Los revolucionarios ocupamos los archivos de la Stasi cuando ellos empezaban a destruirlos; fue un acierto. Creo que tienen valor universal.
¿Su primera impresión al repasarlos?
Que en toda dictadura hay un puñado de héroes; un puñado de traidores; y una mayoría inmensa de acomodados. Allí estaban todos.
Es una historia universal de la infamia.
Y del heroísmo anónimo. Aún rezo por una madre a la que descubrieron a punto de huir de la RDA. La encarcelaron y condenaron a dos años y le anunciaron que sus dos niños iban a acabar en un orfanato.
¿Le dieron alguna salida?
Traicionar a todo su grupo. Le dijeron que le conseguirían una pena sin cárcel para que siguiera viendo a sus hijos si escribía los nombres de los amigos en un papel...
Yo hubiera disculpado su traición.
Y yo, pero ella no se hubiera disculpado a sí misma.
¿Y el traidor más vil?
Hay dónde elegir. Hubo uno que preparó unas albóndigas con matarratas y envenenó a su mejor amigo por orden de la Stasi.
Un canalla que cocinaba.
Un habitante de un pueblecito denunció por contrarrevolucionarios a tres convecinos y, no contento con ello, pidió para ellos la pena de muerte en la misma misiva...
Un tipo concienzudo.
¡Y se ofreció como verdugo!
¿Quiénes eran los agentes de la Stasi?
Empezaron siendo comisarios sin escrúpulos con licencia para torturar y, poco a poco, la represión se hizo más difusa y sutil y también más sofisticada y con ella sus agentes.
¿En qué sentido?
La Stasi creó su propia universidad, en la que se podía cursar incluso el doctorado, y depuró científicamente con pautas cognitivas y conductistas sus propias técnicas.
Por ejemplo.
Sus analistas alcanzaron notable eficacia al trazar los "psicogramas" del disidente: sus relaciones y su punto débil. Con ellos iniciaban "la descomposición": descomponían grupos disidentes y luego a los individuos.
¿Cómo?
Localizaban el centro de tu existencia y lo descomponía. Si tu vida era tu profesión, "descomposición profesional": hubo médicos a quienes atribuían errores y víctimas hasta hundirlos; "descomposición ética": la Stasi hacía creer al grupo disidente que su líder era un chivato hasta desacreditarlo.
No eran tontos los verdugos.
"Descomposición familiar": se buscaba o colocaba una estudiante o colega guapa o guapo en el entorno del disidente para que lo sedujera. Es fácil imaginarse el resto.
Lo imagino.
Y la descomposición seguía en la cárcel: colocaban confidentes entre los compañeros presos políticos... Hasta volverlo loco.
¿Qué hacen ahora los de la Stasi?
Cuando uno aprende a pegar codazos, le va bien siempre... ¡Con cualquier régimen!
¡Qué nos va a contar!
Hay individuos que apuestan por el poder desde que nacen y su misma apuesta les confiere una seguridad que aprovechan en cualquier circunstancia: en democracia los ex Stasi siguen aprovechando esa confianza.
Sólo tienen que elegir nuevo partido.
Hay unos cuantos ex Stasi constructores de éxito; empresarios de informática, seguros, banca, y muchas empresas de seguridad.
Es que las democracias son inseguras.
Un ex Stasi fundó una floreciente editorial y otro tiene una funeraria. Pero en la ex RDA no les ha ido tan bien a los ex represores como en Bulgaria, Rumanía o Rusia: allí es que apenas han tenido que reciclarse.
¿Y qué ha sido de sus víctimas?
Algunos se han rehecho, pero sé de otros muchos que aún viven atenazados por la paranoia y no han logrado superar los años de persecución y cárcel.
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