Cuestión de honestidad. Fuera del círculo de necios donde están los de siempre, en el circo del rock y el pop comercial, siempre ha habido unos cuantos "outsiders" -que hacen canciones en la sombra. Música que hiere con una devastadora intensidad emocional, música hecha desde el corazón.
Kristin Hersh ha vivido al margen toda su vida. No sólo como cantante y compositora de Throwing Muses, que gastaban una ferocidad sonora con un temperamento folk marcadamente femenino e hicieron algunos de los mejores discos de "pop alternativo" en sus 13 años de carrera, ni como artista en solitario angustiada luchando por por superar la ruptura de su banda (después del disco de 1996 Limbo) y sus consiguientes sentimientos de traición, pero también sufriendo un desorden bi-polar que ha acabado siendo su musa. Hablar de los demonios particulares de cada uno no es fácil, y Kristin se ha peleado con más que la mayoría. La creatividad para ella ha significado la mayoría de las veces estar atormentada por los propios sonidos de los temas que la atacaban, al menos, hasta que editó en 1999 el bello, fresco y limpio Sky Motel donde Kristin por primera vez compuso los temas ella misma deliberadamente y mantuvo el control total del proceso de creación.
Ahora, con su nuevo disco bajo el brazo, llamado Sunny Border Blue, Hersh se vuelve a convertir en conductora de asiento trasero. Pero ahora no se queja. Aquí encontrarás 13 temas acústicos y frágiles que son temas de amor acerca de sus amigos, sus hijos y su marido, pero Hersh sabe que el corazón no es algo abstracto con forma de cupido, sino el órgano sangriento y latente que nos mantiene vivos. Hersh es una realidad que muerde, y aunque la brutal sinceridad que el disco muestra posiblemente golpee al oyente, no ofrece ni un segundo de auto compasión. Siempre hay nubes, pero detrás de ellas hay un brillante cielo azul.
"No soy particularmente creativa," dice Hersh. "Es decir, no soy de esas personas que pintaría cuadros o escribiría novelas, simplemente escucho canciones y no sé hacer nada más que grabarlas. Algunas suenan como si hubieran sido escritas por los Monkees, aunque como si les hubiera ocurrido algo terrible. A veces me sorprendo por la crudeza de las letras y pienso, "tal vez no debería decir esto". No me gusta censurar las canciones, porque creo que dicen cosas más inteligentes que yo, cuentan historias más interesantes que yo y tengo mucho que aprender de ellas. Aunque unas cuantas veces en este disco pensé en ello, sobre todo en herir los sentimientos de mi marido o los de mis amigos. Por suerte, todas las personas de las que hablo en el disco lo han escuchado y no parece importarles."
Uno de ellos es el antiguo batería de Throwing Muses y viejo amigo David Narcizo, que también ha diseñado la portada de Sunny Border Blue. La crudeza de la letra de "Listerine" no podía pasar desapercibida para él: "How did I love a breaking thing?/ How did I sleep through a kidnapping?/How did I trus a band who'd leave me one by one?"
Hersh confesa: "No sabía cómo iba a reaccionar Dave cuando escuchara la canción en el estudio, si iba a venir y darme un abrazo o a pegarme. Hablamos un par de veces sobre ello. Se lo dije: "No tengo control sobre las letras, lo sabes ahora y lo has sabido siempre." Realmente sólo quería estar seguro de que lo que ya había quedado claro entre nosotros antes seguía estando igual de claro. Las personas a las que quiero son tan buenas que en vez de cabrearse, simplemente piensan: "A Kristin se le está yendo otra vez". Dave sólo quería estar seguro de que llevaba lo de la ruptura de Throwing Muses tan bien como él, porque realmente fue duro para todo el mundo. Cuando te dejas tanto en un proyecto tan importante como aquel y al final se acaba después de unos años, es algo muy frustrante.
El marido y manager de Kristin, Billy O'Connell está casi siempre en primera línea de fuego. "I wanted you to sleep with her and hate yourself instead of me", canta Hersh en "Spain". "I wanted you untrue, hating yourself like me/after all, what am I missing I haven't missed before/sucking down the precious lies I should swallowed way before?"
Explica Hersh: "Dije cosas horribles de Billy y al escuchar el disco acabó llorando. Creía que la gente iba malinterpretar las palabras acerca de nuestro matrimonio, cuando realmente es maravilloso, y ahora es mejor de lo que nunca fue. Las canciones hacen que las cosas bonitas parezcan preciosas, pero también hacen que las cosas malas parezcan reales. Creo que mi personalidad no quiere centrarse en las cosas malas, no quiere que sean la realidad, sino sólo canciones. De esta forma yo puedo vivir mi propia vida y sonreír todo el día. En mi cabeza, todo ese material sería dañino, oscuro, malo y no quiero que todo eso forme parte de mi personalidad. En las canciones, sin embargo, es sólo una tormenta. Al final, es bueno que esté presente en los temas, hasta para Billy."
Otros temas en Sunny Border Blue - la triste, con regusto country "Candyland", que trata del corazón roto de Hersh cuando le quitaron la custodia de su hijo mayor, Dylan, cuando tenía tres años, o la versión de "Troble" de Cat Stevens, con una dulzura que gana en profundidad con la poderosa voz de Hersh. "Hay mucha belleza en este disco," dice Hersh. "Incluso es más bonito por la dureza que lo acompaña. Es algo inherente a mí, y que nunca había tenido en cuenta hasta este disco. las canciones varían desde muy dulces a otras atemorizadoras, me sentí muy sorprendida por la dureza de las letras en este disco. creí que estaba grabando un disco de pop, y cuando lo escuché, pensé "Sueno tan mala y enfadada..."
"Lo raro es que toda la rabia que hay en este disco procede de historias que creía acabadas. Son cosas por las que ya he pasado con Billy, con mi grupo o con mis hijos, pero, supongo que son historias que aún merece la pena volver a contar. Cuando algo es tan poderoso y no hay razón por la que deshacerse de ello, acaba formando parte de tu propio ensamblaje celular. Mi gran esperanza es que estos temas no se queden exclusivamente como algo que es sólo mío. Me gustaría que la gente que lo escuche se sientan identificados con ellos, que puedan hacer propias la historias que hay en el disco, y no decir simplemente que pasé un mal momento. No es esa la clase de respuesta que espero."
Respuesta en vez de empatía, fundamental en la música de Hersh. Sus canciones son algo más que piezas que puedas tararear, porque proceden de un lugar más salvaje. A veces producen temor, y otras son terriblemente frágiles. "Nunca en todo el tiempo que llevo en esto he tenido la sensación de que las canciones eran exclusivamente para mí. Por alguna razón, sin importar lo tímida que fuera, las canciones nunca lo parecían. Y cuando las toco no me siento avergonzada, ni siento que estoy desnudando mi alma. Siento que pongo voz a algo que todos tenemos en común."
"La música es la droga más dura que he probado alguna vez. Me hechiza, me revuelve. Me ha hecho hacer cosas que no entiendo, y me ha hecho perder muchas cosas. Y aún así, todo lo que he dejado atrás. La música es una dama con carácter."
Como siempre, honestidad brutal. (Informacion cedida por Iguapop)
http://www.indyrock.es/kristinhersh.htm
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