miércoles, 7 de octubre de 2009

CON LA MIERDA AL CUELLO

Esta mañana mientras desayunaba, veía o más bien sufría uno de estos programas amarillos que se dedican a machacarnos con sus contertulios omnisapientes y portadores de verdades absolutas.

Pero hoy me ha llamado la atención el alegato en favor de un recluso español que cumple cadena perpetua en Grecia por tráfico de drogas.

Este caballero fue sorprendido en el 2001 con 26 kilos de heroína en el depósito de gasolina de su coche, y fue condenado por un tribunal heleno a la máxima pena permitida, se queja desconsoladamente de su soledad y de las condiciones inhumanas de las cárceles griegas, hace años que solicitó el traslado a una cárcel española, y parece ser que se le ha denegado en varias ocasiones.

El reportaje era lacrimógeno, presentaba al traficante, como una víctima, lloroso, compungido, como un niño sorprendido en una travesura y castigado al cuarto de las ratas. Conforme veía el pastiche, se me iba atragantando el desayuno, ¿se han parado a analizar el daño que causan 26 kilos de heroína pura?, ¿han meditado los cientos de vidas que pueden arruinar y segar?.

La heroína destroza física y síquicamente a la persona, te revienta, te consume, hace de ti una piltrafa humana, te engancha desde el primer momento entre sus garras y no te deja escapar, yo he convivido con personas, amigos atrapados por el caballo y es el infierno en la tierra.

Este señor hablaba del dolor de su familia, ¿se planteó el riesgo cundo empezó su aventura?, ¿sopesó cuantos miles de familias podría destrozar su cargamento?.

Cuando uno se juega su libertad, y lo que es peor, la vida de cientos de personas por ganar fácilmente y sin esfuerzo un impresionante fajo de euros, debe afrontar las consecuencias. Entiendo que este señor desee mejorar su calidad de vida, y mueva los resortes legales para conseguirlo, pero lo que no soporto es que una cadena de TV, un foco de telebasura, nos lo presente como una víctima a quien compadecer.

Todo está permitido en función de la audiencia. Macarras, zorronas, maltratadores, asesinos, ladrones de cuello blanco y dentro de poco, hasta violadores, cobraran su soldada por mostrar en público sus miserias, son los héroes mediáticos, la guía para nuestros hijos. ¡Y todavía hay quien los tiene durante horas tragando miserias con tal de que no les molesten!, no es de extrañar que unos años, muchos de ellos estén al otro lado de la pantalla.

juanmaromo


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