jueves, 17 de septiembre de 2009

ÍCAROS EN CELO

Me pesan las cadenas con que celas mi amor,

la lluvia de plomo en mis alas,

las mezquinas sospechas que me espían.

Yo no puedo volar hacia ti

con las plumas cargadas de reproches

con los ojos cegados por tu esquiva mirada,

y te observo de lejos, cada vez más distante

cada vez más difusa.

Hubo un tiempo que volábamos juntos

dibujando piruetas contra el cielo,

nos elevábamos hacia el firmamento

y picábamos encendidos el uno sobre el otro

como Ícaros en celo.

Pero ahora te veo acecharme

desde lo alto de tu atalaya

controlando mi vuelo y olvidando el tuyo

y me niego a seguirte como un ganso

porque nacimos halcones peregrinos

y no aves gregarias , porque tu no eres

gárgola furiosa ni yo un canario dentro de tu jaula.

JUANMAROMO

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