martes, 19 de mayo de 2009

¡QUIEN ME LO IBA A DECIR!




¡Quien me lo iba a decir!
yo, un hombre serio,
caballero y formal
padre y esposo,
inflamado al olor de
tus caderas
encendido al perfume
de tus senos,
incendiado en tus manos
incisivas...
¡Quien me lo iba a decir
que yo pudiera
olvidar mis modales exquisitos
y arrastrarte hasta el lecho,
desnudarte
y gozarte con furia y con delirio
arrancando los paños que te velan
y morder la guayaba madurada
al calor de tu pubis florecido...
¡Quien me lo iba a decir
esposa mía, que después de
cien años y unos días
aún me olvido del mundo
entre tus pechos
mientras bebo la miel
de tus axilas.

Juanmaromo

No hay comentarios: