Este es un montaje fotográfico sobre el camino que lleva al Monestir de Sant Pere de Caserres. Comienza en el parador de Sau, a los pies del pantano, y va rodeando los meandros del rio Ter durante cinco kilómetros hasta llegas a la cumbre del risco donde se asienta la abadía. Es un camino precioso, estrecho y empinado, que transcurre entre los taludes de piedra de la montaña, y los precipicios que descienden hacia el cauce. De buena mañana acostumbra a estar cerrado por la niebla, poco a poco el sol va disipando las brumas hasta que el día queda soleado y luminoso. Una parada en el merendero para reponer fuerzas, y seguimos hacia el recinto, al borde mismo del acantilado rocoso. Visitamos las estancias centenarias y el claustro recién restaurado, el paisaje es majestuoso.
El descenso es de belleza sobrecogedora. Al fondo, doscientos Kilómetros del Pirineo blanquean el horizonte, pespunteado por sus cimas que sobrepasan los tres mil metros. Desde El Puigmal al Pedraforca, las murallas de Pyrenne nos muestran sus almenas plateadas. El atardecer pinta el cielo de rojos y cárdenas, mientras el sol se despide tras un picacho con sus últimos guiños.
JUANMAROMO
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