El Sabado 28 fué el aniversario de la muerte de Miguel Hernandez, no voy a explayame sobre su obra ni sobre su vida, de todos conocida. Hoy quero recordad lo que Miguel significó para mi en esos años en los que repartiamos octavillas por los buzones, en los que éramos aporreados en las manifestaciones, en los que el miedo nos subia a la garganta cuando sonaba el tiembre de casa en horas intempestivas.
Vientos del pueblo, fué un himno en mis años mozos, Para la libertad mi canto de guerra y "Pintada, no vacia", una de las más hermosos poemas de amor que jamás se han escrito.
Miguel fué un martir como despues lo fué Victor Jara y tantos y tantos intelectuales y poetas que molestan a los dictadores asesinos, porque les recuerdan su mezquindad y su molicie.
Fueron cantores silenciados por el hacha asesina, pero su voz retumbará siempre sobre nuestras conciencias, y viviran mientras quede un hombre soble la tierra.
Dejadme la esperanza de que ya jamás habrá más cantores que paguen con su vida su canto lúcido y valiente, dejadme la esperanza de que otros tomarán su relevo y de que su voz perdurará por encima de injusticias y dictaduras, dadjadme la esperanza, dejadme la esperanza....
Rumor de sordos rumores
rumor de falsa esperanza
tejido con las promesas
de cuatro falsas palabras.
Rumor que nublas la vista
y subes a la garganta
como una amarga bebida
sabor de hiel y de acacia
Es tu sonido el sonido
del odio y de la venganza
del trueno que sigue al rayo
dormido por la distancia
Tiene tu aliento el aliento
del aguardiente y cazalla
del celta y del vino amargo,
de la resaca temprana.
Jamás callarán tu ruido
con carcel o con espada
porque es el ruido que el pueblo
corea con sus entrañas
Rumor de rumores ¡Ruge!
échate el miedo a la espalda,
que hasta los muertos te escuchen
clamar desde sus mortajas
que hasta las piedras se enteren
que es el final de la farsa.
Jose Luis Posa
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