El embalse de Sau inunda lo que hasta 1.962 fue el pueblo de Sau. Tiene una longitud de ocho Kilometros y una anchura máxima de tres. Encerrado entre el macizo de las Guillerias y la sierra de Collsacabra, forma una olla gigantesca rodeada por paredes verticales de más de quinientos metros y en cuyo centro se puede observar el vértice del campanario del pueblo anegado. Cuando las gélidas aguas del ter, recién nacidas del Valter, a más de 2000 Mtrs de altura entran en el valle producen unos efectos ópticos y meteorológicos espectaculares.
Al amanecer, el sol comienza a calentar el agua almacenada durante la noche y la niebla hierve en una caldera, e inunda el valle de espuma encendida por sus rayos, en un arcoíris que recuerda las auroras boreales. Cada día es diferente en función de la luz, de la humedad y de la época del año por lo que constituye un espectáculo irrepetible. Las noches de luna, la niebla asentada sobre al agua, es iluminada por sus rayos, creando una imagen fantasmal, como si e hubiera invertido el orden del firmamento y las nubes durmieran a ras de suelo.
Os dejo dos fotos de este fenómeno tomadas desde la terraza del parador. Aunque no logran captar su grandiosidad pueden daros una ligera idea.
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