El sol ha desertado,
la luna se ha fundido,
Las estrellas murieron ahogadas
En el mar de la nada.
El pasado se esfuma
en el túnel del tiempo,
y el futuro ruge agazapado
en la gruta del miedo.
La luz me ciega,
me ensordece el silencio
y la noche me atrae
a su eterno vacio.
Solo encuentro un oasis
en mi inmenso desierto,
donde brota el maná
entre la media luna de tus pechos,
donde me encojo hasta olvidarme
donde me niego hasta perderme
bebiendo de tu fuente,
mordiendo tu carne,
ardiendo en tu regazo
hasta fundirme
en la llama sagrada
de tu orgasmo
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