Este amanecer hemos paseado por el bosque encantado, los nomos se escondían al oír nuestros pasos, ninfas y faunos dejaban por un momento sus juegos y corrían a ocultarse en el tronco de un árbol. Los tímidos rayos del sol, comenzaban a rasgar la cortina de niebla, y la escarcha se transformaba en roció bajo sus cálidas caricias mientras las haditas saludaban coquetas desde las ramas.
La hierba, salpicada de diamantes nos sorprendía con diminutos guiños en todos los tonos del iris y los pajarillos del bosque empezaban a cantar preludiando al nuevo día.
Os dejo dos fotos de caminos encantados, recorredlos en paz.
1 comentario:
¡Ay, Juanma,qué bonito!
Ese, sí ese es mi bosque!!!
Ahí es donde busco a mis amigas las hadas,donde los gnomos pícaros saltan a mi llegada aferrándose a mis piernas...
En ese mágico bosque es donde me siento a hurgar en mi cerebro en busca de leyendas,fantasías...
Sinceramente, creo que son las ninfas que susurran en mis oídos...
Muchísimas gracias por tan lindo gesto.Os tengo abandonados y mira como me lo agradecéis...
Sois auténticos.
Os quiero mucho.
Besos de diamantes recién recogidos.
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