Todo hombre tiene derecho a la reinserción una vez cumplida su condena, y pasado un tiempo estipulado según la naturaleza del crimen, su expediente es destruido y queda libre de antecedentes. Pero hay errores que no prescriben, los crímenes de amor perduran incluso más allá de la muerte, cuando has cometido un error de este calibre, nunca recibirás la absolución. Por dura que sea la penitencia, nunca habrá una amnistía que limpie tu expediente y la marca del diablo quedará marcada a perpetuidad sobre tu frente. Cualquier gesto, cualquier palabra podrá ser utilizado en su contra y cada frase pronunciada en tu defensa, será considerada un agravante.
Soy un amante de la vida, disfruto apurando su copa hasta las heces pero a veces me pregunto si vale la pena seguir viviendo bajo las cadenas del miedo, del miedo a sufrir y hacer sufrir, del miedo a pensar que hagas lo que hagas jamás volverás a recuperar su confianza, cuando el agua (o la mierda) ya te llega al cuello, y sabes que no podrás salir de la ciénaga, quizás valga la pena sumergir la cabeza y escapar de una vez y para siempre.
Juanmaromo
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