sábado, 1 de noviembre de 2008

MAQUILLAJE PERFECTO



Escoger un vestido nuevo es como convencer a la gente que se disperse cuando alguien ha brincado del quinto piso para cometer suicidio. Limpiar el alma para volver a verte fue como perdonar a un viejo guerrillero que arrasó con tu casa. Encontrar el maquillaje perfecto para lucir más joven es como poner en orden los pensamientos y saber que el café en los párpados da sensación de profundidad a la mirada y el blanco la resplandece aunque no quite las líneas que merodean los ojos.

Lustré mi calzado, manicuré mis uñas, hice una trenza al cabello rizado. Bien delineados ojos y labios, pintados boca y párpados, aceite de almendras de cabeza a pies, un collar azul de cristal austriaco. Llegamos al cuarto de hotel.

Mi vestido revuelto con tus jeans. No reparaste en mis pantaletas de encaje ni el liguero rojo. El collar rodó por el suelo. Deshiciste mi trenza y desapareció el labial con tus besos…

Hoy huelo a ti. El espejo no devuelve mi silueta, estoy por completo borrada, sólo brillan mis ojos donde te reflejaste ayer.

Del libro: Minicrónicas de Listón y otros Cuentos, Nido de Cuervos,

Lina zerón

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