La cuartilla me espera con los brazos abiertos
Con su pátina blanca, como un blanco desierto.
Pero yo sigo mudo, con la pluma sedienta
el tintero vacio y las manos abiertas
Esperando la lluvia que sacie mi tierra
Que me limpie los ojos, que se lleve las penas
Y la luz envejece y se torna apagada
Y la música huye y el silencio me aplasta
Y presiento las sombras acechándome el alma
Como buitres hambrientos esperando su paga
Afilando sus picos en mis rotas espaldas.
No seré presa fácil, aun me queda esperanza…
Me gusto. Interesante.
ResponderEliminarSalutes