Hace siete años empecé a participar activamente en las primeras Webs que se crearon sobre temas específicos. Mi afición por la informática me hizo colaborar activamente en portales como TodopocketPC del que todavía soy moderador. Hace dos años, se fundó el foro de Grajos, con muchas ilusiones y pocos medios, a base de horas y horas de trabajo, conseguimos hacer de él uno se los mejore foros culturales de habla hispana, Y por último hace casi un año, me embarque en el proyecto de mi primer Blog, “El Blog de Juanmaromo”, primero en Blogger, y trasplantado después a esta comunidad.
Nunca imaginé que pudiera implicarme tanto con unas personas distantes a cientos o miles de kilómetros, personas que no me han iluminado con su mirada, que no me han envuelto con su aroma, que no me han acariciado con su voz. Primero es una atracción por el avatar, no olvidemos que de alguna manera, el avatar es como el hábito del monje, no lo hace pero lo identifica. Luego esa corriente de simpatía que se establece cuando entras en su casa, y eres recibido con los brazos abiertos, te sientes a gusto en el nuevo hogar, la conversación es agradable y el ambiente grato. Vas conociendo nuevos amigos, algunos efímeros, otros traspasan el marco del monitor y llegan a aposentarse en tu corazón. ¿Cómo puede ser posible que te sientas identificado, solidario y hasta querido por una persona que no deja de ser una imagen en tu cerebro?, cuando te quieres dar cuenta ya estas atrapado en las arenas movedizas, esas personas te cuentan sus problemas, sus ilusiones, sus frustraciones, y si eres una persona sensible, te identificas y cargas con ellas, pasan a formar parte de tu vida con tanta o más fuerza que tus amigos de siempre.
Últimamente en la comunidad ha habido una serie de problemas, algunos graves e intencionados, otros simples malentendidos, pero que han afectado a personas a las que tengo en gran aprecio, o por decirlo sin eufemismos, a las que quiero. Nada me duele más que ver a dos amigos increparse e insultarse por temas en apariencia irrelevantes. Yo visito sus casas, escucho sus razones he intento apaciguar los ánimos, pero todo va dejando huella, el desencanto, los malentendidos, aquella palabra que sin querer, te hiere…
Sea como fuere aquí estoy, gracias a este medio tengo unos amigos de corazón, he conocido personajes del mundo del arte que de otra manera no hubiera tenido a mi alcance, y mis versos y relatos han sido leídos por miles de personas en todo el mundo. Cierto que he pasado malos ratos, a veces me he sentido incomprendido, a veces tergiversado y otras veces he sido amenazado formalmente. Pero por encima de todo me siento querido, y si tuviera que empezar de nuevo, volvería a hacerlo. Gracias a todos por estar a mi lado, por quereme y por dejaros querer.
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