Cuando sientes que el alma se resquebraja, que las heridas se abren y que el pecho se encoje, nada mejos que cerrar los ojos y dejar que la música actue como un bálsamo que dulcifica el dolor, amortigua las penas y abre el corazón para que el viento de la esperanza barra el polvo de los rincones. Esta música es un dón del cielo, disfrutadla como si fuerais ángeles.
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