Ayer tuve la inmensa suerte de acudir al concierto que Lorenna McKennit ofreció en la plaza central del Poble Español en Barcelona, los que conozcáis el lugar, sabéis que es un recinto cerrado por la muralla de Ávila, en la que se reproducen plazas, calle y monumentos de todos los pueblos de España. En su plaza Mayor, con capacidad para unas 3.000 personas sentadas se habilito el escenario para recibir a uno de los mejores grupos musicales de la actualidad.
A las 20 horas, puntual como siempre, fueron apareciendo los integrantes del conjunto encabezados por la propia Lorenna. Los primeros acordes ya hacen presagiar lo que será el concierto, el sonido perfecto, la voz de La McKennitt increíble, con unos matices que le disco no es capaz de captar, fuerte, flexible dulce y melodiosa, puede ser dramática cuando el texto lo requiere. La puesta en escena, magistral, con una violoncelista que parece una meiga agazapada tras una larga melena rubia, y que parece hacer el amor con su celo tal y como lo toca y lo acaricia. El resto de músicos, de élite, llevan muchos años con ella y ya saben entregar lo mejor de ellos (que es muchísimo), El violinista, un maestro consumado con una energía que nos electrizaba a todos, guitarras, percusión…. la percusión nos transportó a un mundo de fantasías y tierras exótica de manos de los maestros músicos. En fin, una tarde para recordar, os recomiendo que no perdis la oportunidad de verla en acción. Sus discos son geniales, pero sus conciertos son irrepetibles.
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