LA JUSTICIA ES UN CACHONDEO

Un violador reincidente pone de nuevo en cuestión el sistema penal

1. • Daniel Padial es detenido en Lleida tras intentar agredir a una adolescente
2. • El acusado, de 22 años, ya fue condenado por delitos sexuales cuando era menor

El sistema judicial ha vuelto a demostrar que el asunto de los violadores múltiples y reincidentes que salen de la cárcel tras cumplir la condena no está resuelto. Los Mossos d'Esquadra detuvieron el martes por la noche en un polígono industrial de los alrededores de Lleida a Daniel Padial González, de 22 años, que acumula condenas por agresiones sexuales cometidas cuando era menor. El arresto se produjo esta vez como presunto autor del intento de violación de una adolescente en la noche del lunes en la calle de Nadal Meroles de la capital del Segrià. Como no logró su propósito, le robó 20 euros.
El pasado 6 de mayo, Padial quedó en libertad tras suspender la Audiencia de Barcelona la ejecución de su pena porque solo fue condenado por un delito de coacciones --con lo cual el castigo no era superior a dos años-- y no de agresión sexual, como venía siendo acusado y por lo que estaba en prisión provisional. La sentencia no fue recurrida y, ade-
más, no constaba que tuviera antecedentes penales. ¿Por qué? Porque las condenas en la justicia de menores no son consideradas legalmente como antecedentes en la jurisdicción de adultos. No hay trasvase de datos. La decisión fue legal y correcta, pero no pudo impedirse que esta persona, que empezó a delinquir a los 14 años, saliera a la calle. Y eso a pesar de que tiene un perfil delincuencial de alto riesgo, según los informes de los técnicos de la cárcel.

ALERTA A LA FISCALÍA
La Conselleria de Justícia comunicó en el 2007 a la Fiscalía Superior de Catalunya que Padial estaba a punto de finalizar la medida de internamiento en régimen cerrado impuesta por un juzgado de menores y que iniciaba el cumplimiento de los cinco años en libertad vigilada y advirtió de que te-
nía otro proceso en un juzgado de Sabadell por acosar a un joven de un centro de menores, que es el que resolvió la Audiencia de Barcelona.
Y es que Padial tiene un extenso historial delictivo. En 1999 ingresó cautelarmente en un centro de menores por actuaciones diversas. Al cabo de unos meses, fue condenado por robos con intimidación y cuatro agresiones sexuales, entre otros delitos. Pero tardó poco en escaparse del centro donde cumplía la medida de régimen semiabierto.
El 27 de noviembre del 2000 se fugó. Un día después cometió una violación y un robo, y el 30 de ese mismo mes, una agresión sexual y un robo. Fue detenido e internado el 2 de diciembre. El tiempo pasó, hasta que en el 2001 se propuso que disfrutara de un programa de salidas progresivo (autorizado por la autoridad judicial). Primero con educadores y luego solo. Y aprovechó las 10 salidas sin educadores hechas de noviembre del 2001 a febrero del 2002 para cometer 11 violaciones, una agresión sexual y cinco robos con intimidación y coacciones. Al no ser mayor de edad, solo se le condenó a cinco años de internamiento en un centro de menores y a otros cinco de libertad vigilada.